Hace ya un tiempo que usar anteojos se convirtió no solo en una necesidad para ver mejor. Los lentes son el accesorio indiscutido, un plus estético. Es por eso, que a comienzos de este año Vía Óptica abrió una nueva sucursal en 25 de Mayo 10.
“Buscamos acercar opciones de primera línea a un público más masivo”, explica Nicolás Salischiker quien hace 16 años se dedica al rubro en la tradicional sucursal de Av. Colón 290.
Entrar a Vía Óptica es muy distinto que visitar cualquier óptica de la ciudad. Nadie usa chaquetilla blanca, hay banquetas altas y una barra donde tomar un café mientras te hacen la medición.
“Buscamos alejarnos de la clásica forma de atención. Al cliente no solo le hablamos de materiales, sino que indagamos y asesoramos. Lo más importante es saber para qué quiere los lentes, para qué los va a usar. El paciente ya no se tiene que adaptar al lente, sino al revés”, enfatiza Nicolás. La experiencia es cien por ciento diferente: “es como hacer un traje con un sastre o un vestido con una modista, en lugar de ir a comprarlo al shopping”, remarca.
En la óptica, la aparatología cuenta con la última tecnología y permite confeccionar lentes con las medidas y necesidades de cada cliente lo cual permite brindar una atención híper personalizada.
“Nuestro principal objetivo es crear experiencias agradables en lo que antes era un trámite. Cuando vienen los chicos, algunos llegan con miedo o sin ganas de usar anteojos. Ahí nuestro desafío es generar que se sientan cómodos y disfruten del cambio”, describe Nicolás.
Con una estética fresca, moderna y desestructurada, Vía Óptica ofrece diseños exclusivos de RayBan, Versace y otras marcas importadas, además de, por supuesto, sus “trajes” a medida.