Viaje al interior de Atucha II (otra obra de Electroingeniería).
(Por FB). Dicen que -nos guste mucho, poquito o nada- el futuro de la matriz energética de la Argentina tendrá cada vez un mayor componente nuclear, una fuente que -pese a su mala fama- es de las más limpias y menos contaminantes. Y para un periodista entrar a una central nuclear -aún a una en construcción, como es Atucha II- no es cosa de todos los días. Con fecha de puesta en funcionamiento en el 2011, esta tercer central nuclear (además de Embalse y Atucha I) avanza a paso firme y permitirá la postergada parada técnica para reacondicionar la central de Río III. La cordobesa Electroingeniería tiene mucho que ver con estas obras de Atucha II y allí estuvimos acompañando a sus principales directivos en el montaje del primer rotor de la turbina a vapor de baja presión. (Apostillas de este evento en la “lupita” que lleva a ver nota completa).
Atucha II aportará unos 750 MW al sistema interconectado (algo más de los 600 de Embalse), es decir un 3% del total de la oferta energética. Ni bien entre en servicio Atucha II se podrá parar Embalse para que ingrese en su postergada revisión técnica, una obra que demandará un año y medio y en cuya licitación también se presentará Electroingeniería (y no son muchas las empresas argentinas con know how nuclear, por cierto).
“La calidad (de la central) y la seguridad (de los empleados) están antes que el avance de la obra”, comentan desde Electroingeniería en referencia a la fecha de entrada en funcionamiento de Atucha II, una obra en la que la empresa cordobesa participa en algunos de los varios contratos.
Aunque los vuelos en aviones privados suelen agravar los miedos de quienes temen volar, lo concreto es que el viaje en el B200 de Electroingeniería y Banco Julio fue más que un placer. Un avión modelo 2007 con una autonomía de vuelo de 6 horas y media y que alcanza los 35.000 pies de altura, con 6 butacas de lujo cómodas gabetas para maletas y bolsos. Una joyita.