Entre quienes son jefes, se describen así, en función de las tipologías de GPW
El Líder Accidental: se trata de un líder que no parece ser consciente del impacto que tiene sobre los demás o cómo su comportamiento puede hacer daño tanto a las personas con las que trabaja como a la organización.
El Líder Impredecible: este tipo de líderes se caracterizan por estar encendidos o apagados, un buen amigo o aliado para algunos, pero no para otros. A diferencia del Líder Accidental, no hacen daño a la organización activamente, pero tampoco apoyan a su equipo de la misma forma.
El Líder Transaccional: es el que valora más que nada tachar cosas de la lista, especialmente aquellas relacionadas con objetivos propios. Son personas que han superado algunos comportamientos negativos asociados con los Líderes Accidentales e Impredecibles, y son buenos en lo que hacen.
El Buen Líder: a diferencia de los niveles inferiores, se trata de líderes consistentes, inclusivos y honestos. Comunican claramente lo que esperan de las personas, entienden que errar es humano y también que las personas tienen una vida fuera del trabajo.
El Líder Para Todos: se logra este nivel cuando los empleados sienten que su jefe tiene en cuenta lo mejor para ellos. En lugar de mostrarse como los protagonistas (cosa que podrían hacer), prefieren dejar que el foco de atención sean los demás.
Muy diferente es la torta cuando hablan los que tienen un jefe