El Ministro de Finanzas de Córdoba en diálogo con Íñigo Biain, opinó que es fundamental capitalizar lo que la crisis nos dejó: avanzar en la aceleración de los cambios que se han hecho durante la pandemia en materia de digitalización ciudadana y armonización tributaria para hacer un estado más eficiente. En esta mesa de café su visión sobre el presupuesto, la coparticipación, la deuda y la relación con la Nación y el Municipio.
Íñigo Biain: ¿Cuáles son los grandes números del presupuesto que está en trámite legislativo: ingresos, egresos, superávit primario, financiero...?
Osvaldo Giordano: Es, obviamente, un presupuesto de transición y si todos los presupuestos de la Argentina son provisorios, este lo es particularmente por los altísimos niveles de incertidumbre que tiene. Lo que tiene es una proyección de moderado optimismo en el sentido que pensamos que lo peor ya pasó en el 2020. Pero tampoco hay que exagerar mucho el optimismo porque sabemos que a Argentina le va a costar mucho recuperarse, por otros factores que van más allá de la pandemia. Digamos que en el mundo la luz al final del túnel es la vacuna y en nuestro caso es un eslabón más dentro de algo mucho más complejo.
IB: En ese marco las proyecciones son más austeras...
OG: Sí, lo que tratamos es, por un lado recomponer la inversión que sufrió mucho este año y priorizar algunos gastos centrales como el tema asistencial y social porque sabemos que todavía tenemos varios meses duros. Mantenemos la política tributaria que ha venido teniendo Córdoba de bajar impuestos para que se alivien, sobre todo los sectores productivos. Lamentablemente no la podemos profundizar, pero creo que es una buena noticia mantenerla. Y obviamente respetar los equilibrios básicos: recuperar la capacidad de ahorro para poder financiar la mayor parte de la inversión con ahorro.
IB: Y hablando de los presupuestos, ¿me pareció ver que manejan una inflación en el orden del 35% y un crecimiento económico del 5%?
OG: Sí, un poquito menos el crecimiento. Esas son variables que mucha flexibilidad no tienen porque en el marco de la Ley de Responsabilidad Fiscal, se toma lo que proyecta la Nación y prácticamente ahí no hay mucho para discutir...
IB: Ah, mirá, es copiar y pegar…
OG: Sí. Si me preguntás a mí yo creo que la inflación va a ser más alta por todo lo que está pasando. Pero bueno, sabemos que cuando la inflación se escapa (hablando de algo moderado) seguramente también eso va a impactar en los ingresos, por lo tanto medianamente se puede llegar a compensar. De manera que creo que ese no es un punto de mucha preocupación y que es algo razonable lo que se está planteando.
IB: ¿Pensás que vas a pasar Nochebuena brindando con el tema de la deuda resuelto?
OG: El tema de la deuda por un lado se subestima la complejidad y por otro lado se sobreestima la importancia para el presupuesto. La complejidad es porque en el otro lado tenemos gente difícil y además con posiciones muy heterogéneas: unos muy duros y otros mucho más dialoguistas. Son tres bonos a diferencia de otras provincias o de la ciudad que tenía un solo bono. Uno que vence dentro de muy poco y lo hace mucho más difícil. No es lo mismo estar discutiendo por un bono a 5 años o uno a 5 meses. De manera que eso lo hace más difícil. Pero por otro lado y mirando lo que pasó a nivel nacional, la deuda se arregló y la furia duró unas horas. Pasó eso y ya de vuelta vimos problemas. Con lo cual me temo que en Córdoba va a pasar lo mismo. No es tan importante el peso en el presupuesto, no tiene una incidencia tan grande, sobre todo para el presupuesto del año que viene.
IB: Antes de Nochebuena o después no cambia mucho la historia entonces…
OG: Arreglarlo antes o después de fin de año no es algo que le va a cambiar la vida a los cordobeses ni mucho menos. Obviamente es un tema importante, complejo, hay que resolverlo y lleva tiempo. Pero no exageremos las expectativas respecto de que esto nos va a resolver los problemas fiscales o que vamos a tener plata de sobra… ¡Nada de eso!
IB: Estamos viendo que la recaudación está empezando a seguir la curva de la inflación y estar un poquito por arriba, en términos reales a nivel nacional… ¿y en Córdoba cómo estás viendo eso?
OG: A eso también hay que mirarlo con precaución. Hay como una división: los impuestos más ligados al consumo, o a la producción y a la actividad económica, a nivel nacional es el IVA y a nivel provincial los Ingresos Brutos, tienen un comportamiento más modesto, por debajo de la inflación. Nos está “salvando” la recaudación de otros impuestos: a nivel nacional los Bienes Personales, que aumentó mucho la alícuota, o Ganancias. A nivel provincial los patrimoniales como el inmobiliario o el automotor. De manera que ahí también hay que tener una lectura cuidadosa: está bueno que la recaudación se mueva, pero no nos creamos que estamos por arriba… Por ejemplo, la recaudación de noviembre estuvo por arriba del año pasado, pero si uno mira IVA y Ganancias sigue estando por debajo, que es la más relevante como tendencia de largo plazo.
IB: Hablemos de la Caja que conocés muy bien: el financiamiento que hace falta para el año que viene es un montón, pero es en términos relativos un poco menos que la inflación, ¿cómo estás viendo ese panorama? Estamos muy dependientes de que la Nación cumpla lo que tiene que cumplir, ¿no?
OG: Ese es un tema muchísimo más importante que la deuda por los volúmenes, un déficit bien medido por arriba de los $ 30.000 millones, los cuales parte se financian con más aportes de los activos, parte con transferencia de la Nación donde esperamos $ 16.000 millones y parte va a tener que ser con aportes del tesoro. Efectivamente lo de la Nación es muy relevante, es una proporción alta del déficit. No es ningún regalo, no es nada del otro mundo. Te diría que Córdoba recibe mucho menos que las provincias que transfirieron sus cajas, es decir no hay ningún privilegio, más bien acá hay una pérdida que tienen las provincias con caja y lo que se ha considerado es que se cumplan las normas nacionales y estimamos que va a ser así.
IB: Pero es un tema que te preocupa, que seguís y te ocupa...
OG: Dados los antecedentes de incumplimientos en el pasado de todos los gobiernos, porque recordamos los más conflictivos que fueron en la época del kirchnerismo donde se llegó incluso hasta un juicio, pero también con Macri fue muy tortuoso el proceso, muy dilatorio, con muchas idas y venidas y mucho atraso. Estamos cobrando casi con 2 años de diferencia...
IB: ¿Sin actualización?
OG: Ningún tipo de actualización. ¡Imaginate el volumen de plata que es! Cargale a eso dos años de inflación, imaginate el perjuicio que es. Si vos ves el número de las provincias con caja propia y los números fiscales de las provincias sin caja, es notable el impacto que tiene el sistema previsional sobre las finanzas de las provincias con caja. Es una diferencia notable. Córdoba para tener cuentas más ordenadas tiene que hacer un enorme esfuerzo en otras áreas para compensar este desbalance.
Coparticipación o no coparticipación: esa es la cuestión
IB: El sistema argentino es un galimatías y aparte numeroso y poblado, y la clase política y la sociedad, no le ha encontrado una vuelta: estamos con ese mandato de la constitución de un nuevo pacto federal. Me parece que vos suscribís a una idea de Idesa de eliminar la coparticipación como un primer paso para rediscutir cómo se financian las provincias. Contame, ¿cómo ves ese tema y qué viabilidad política le ves?
OG: Creo que estamos en una gran mentira. En la constitución dijimos vamos a sancionar una nueva ley y uno cuando mira lo que se proponían sabemos que era imposible. De hecho ya llevamos 30 años sin cumplirlo y podemos llegar a otros 30 porque no hay forma de que podamos llegar a un acuerdo tal como está planteado. Por eso yo creo que hay que replantearse y en ese sentido creo que no tiene lógica que haya tanta concentración de recaudación a nivel nacional para luego volver a las provincias. Cuando la mayoría de las provincias (no en cantidad, pero sí en términos de agregado económico) podrían recaudar sus propios ingresos. La Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires, Mendoza o Entre Ríos, por ejemplo, son provincias que podrían autofinanciarse. Si te dan las potestades para recaudar, podrían financiarse. Y dejar la coparticipación, que ya no debería llamarse más así, solo para asistir a las provincias más atrasadas que son básicamente las del norte del país. Eso haría un mecanismo mucho más chico, porque si bien el territorio es mucho, en términos económicos es algo chico, y mucho más justo en el sentido que podríamos decir: “Las provincias más ricas hacemos un aporte solidario para financiar las provincias más pobres”. Obviamente condicionado a que las provincias más pobres tengan una estrategia de desarrollo para que se cumpla el espíritu de la coparticipación que es nivelarlas. No como ahora que la brecha es cada vez más grande.
IB: ¿Al Gobernador le gusta la idea? ¿La defiende?
OG: Él lo ha dicho públicamente. Cuando él planteaba eliminar Ingresos Brutos o cuando decía que las provincias cobren su propio IVA, apuntaba en esa dirección. Sabemos que es una tarea política de alta envergadura. Pero el otro camino es seguir mintiéndonos.
IB: Has puesto especial énfasis en las reformas posibles del Estado. No en la mega reforma del Estado sino en simplificar trámites, en facilitarle la vida al ciudadano. De muchas cosas que has hecho y por ahí perdemos de vista, ¿cuáles son las tres que dijiste “Acá es donde mejor hicimos las cosas y esto llegó para quedarse”?
OG: Soy un fanático de eso porque creo que por ahí es el camino, no las grandes cosas y los grandes títulos, sino el trabajo día a día. Segundo, creo que esta pandemia y todo lo malo que nos ha pasado este 2020, es una oportunidad para profundizar esto que necesitamos. Pero yendo a la pregunta, creo que en la Caja de Jubilaciones es donde más avanzamos por el tiempo que llevamos (más de 10, 15 años). Entonces podemos decir que cuando Anses se paralizó con la pandemia, la Caja siguió funcionando, la gente tramitando la jubilación por internet, los empleados trabajando en su casa y casi no se notó la pandemia. Pero hay cosas más recientes, por ejemplo, en Personas Jurídicas (IPJ), la gente siguió constituyendo sociedades desde su casa y hasta tuvimos un caso de una persona del sur que en 23 horas constituyó su sociedad. En temas tributarios, el monotributo, por ejemplo, yo creo que es un paso que se subestima la importancia pero que nos muestra el camino a seguir. Acá no se trata de grandes reformas tributarias, sino que se trata de decir “Pongámonos de acuerdo Nación, Provincia y Municipio en unificar”. Y en este universo tan grande de monotributistas, haber unificado es un ejemplo muy grande.
IB: Con una eficiencia increíble: personas que le decían a la provincia que facturaban una cosa, a la nación otra, a la municipalidad le decían que no. Y todo eso quedó atrás...
OG: Decenas de miles. Y eso quedó explícito. Pero el que cumple, el que se siente el gil que decía “siempre a mí”, a ese le aliviané: menos trámites, menos problemas con el fisco, incluso en algunos municipios les bajó la carga impositiva. Y lo que vos decís: el que no cumple, se lo detecta de manera mucho más rápida.
IB: ¿Qué tenés dando vuelta de estas pequeñas grandes transformaciones que te entusiasman?
OG: Creo que el año que viene va a ser un año difícil, que, si bien va a ser un alivio respecto de este año, no nos hagamos la ilusión de que vamos a una normalidad tan rápido. Mi proyecto básicamente es aprovechar la crisis para acelerar estos cambios que se han hecho durante la pandemia, que no se nos diluyan. En el Ministerio tenemos más del 70% de los empleados con teletrabajo, creo que es algo que, si bien se hizo de emergencia y hay que revisar, es algo que ha dado una señal muy clara de que hay cosas que se pueden hacer de manera más eficiente. El tener un relacionamiento con el ciudadano no presencial es fundamental: las telellamadas, mejorar la web, tener un trato más ágil son los proyectos centrales y lo que nos va a permitir decir: de todo lo mal que nos ha dejado esta crisis, también nos ha dejado un valor muy importante a futuro...
IB: Y aunque vos que estás sobre toda la provincia, la armonización con la ciudad, que se da de la mano de cierta afinidad política y de funcionarios, no es un tema menor...
OG: Por supuesto. Lo que nos pasaba antes era la frustración de decir: “Lo podemos hacer en todo el territorio, menos donde vivimos que es donde está el 40% de la población”. Entonces ya unificamos el monotributo. ¡En el Registro Civil que era un tema muy importante! Creo que la gente pierde noción de lo relevante que es, sobre todo para los segmentos más vulnerables, estar bien documentado. Estamos trabajando en eso. Creo que hay muchos temas que esta mejor coordinación va a ayudar a instrumentar mejor las políticas.
IB: ¿Me olvido de preguntarte algo?
OG: No… no es un año para grandes anuncios.
IB: Pero sí recomponer el stock para poder hacer obra pública
OG: En lo financiero sí, creo que eso es clave porque la baja en la inversión ha sido muy fuerte y no deseable. Y por eso estamos trabajando en la idea de recomponer tanto la de la Provincia como buscar con los municipios lo mismo. Pero creo que lo más original sería aprovechar toda esta revolución que se ha dado en el trabajo dentro del estado: usar la tecnología y vincularse con el ciudadano vía digital, no perderla sino todo lo contrario, ir por más. Y que asumamos con naturalidad que Rentas no atiende gente físicamente o que IPJ va a empezar a incorporar a partir de enero la Sociedad de Responsabilidad Limitada, que antes las trataba la justicia y era bastante lenta. Hay muchos micro temas en donde con innovación y cambio de trabajo del Estado, se le puede dar mejores servicios a los ciudadanos.
IB: Los proveedores, ¿cómo están en relación al bono que lanzaron al principio de la pandemia? Eran 9.000 millones… ¿lo están aceptando? ¿Está caminando?
OG: Creo que la prueba más evidente es que ha estado cotizando en el 90%. De hecho, al no bajar tanto el precio nos está costando que lo usen para pagar impuesto y ahí estamos trabajando con mi equipo una estrategia más agresiva sobre los deudores para que lo compren y lo usen para pagar deuda. De manera que creo que fue un buen instrumento para el momento que estábamos y que permitió descomprimir una situación difícil.
IB. ¿Colocaste mucho de ese bono ya?
OG: Sí, estamos arriba de los 6.000 millones. Está un poco atrasada la recuperación vía rentas, pero también es difícil cobrar impuestos en este contexto. Hay que ser muy cuidadosos y entender que los contribuyentes están con otras prioridades en este contexto, pero creo que el año que viene esto se va a solucionar.
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