En diciembre el tradicional sanatorio de barrio General Paz cumple 25 años y lo celebra con jornadas de capacitación para sus médicos y pacientes. Además, en lo inmediato, trabajan en un proyecto de redistribución edilicia que duplicaría la capacidad instalada que tienen hoy. Mano a mano con Paula Vigo, segunda generación al frente del Sanatorio del Salvador, en las oficinas comerciales de GNI en Cardinales Cofico.
Soledad Huespe: ¿Cómo estás, Paula? ¿Cómo transitan este tiempo desde el Sanatorio del Salvador?
Paula Vigo: Estamos pasando estos momentos difíciles con todos los contagios que se conocen.
SH: Estamos en una meseta, ahora, ¿no?
PV: Sí, en este momento sí. El peor momento lo tuvimos en mayo, junio, cuando hubo un pico y una cantidad de casos muy alta y tuvimos que volver a reforzar todas las áreas preparadas para la atención de estos pacientes. Si bien el año pasado, cuando comenzó la pandemia, todas las instituciones hicimos una redistribución de los espacios físicos y nos preparamos para destinar recursos humanos y materiales para la atención de los pacientes covid, el pico fue en octubre. Pero el del año pasado no fue tan alto como el de este año, este año hemos recibido más pacientes a los cuales se les sumaron los pacientes que tenían otras patologías que estaban ocupando espacio. De todos modos refuncionalizamos las terapias intensivas, las unidades críticas en distintos sectores del sanatorio, para poder recibir a estos pacientes.
SH: Y en este tiempo, ¿se amplió la capacidad del sanatorio en cantidad de camas totales?
PV: No, es la misma cantidad de camas. Lo que se ha producido es una redistribución del destino de esas camas. Lo que sí hemos ampliado es la cantidad de camas críticas, con la adquisición de más respiradores y mayor equipamiento para pacientes más complejos que necesitan de esa tecnología.
SH: Están con la capacidad instalada al máximo…
PV: Sí, en estos momentos de gran demanda, la capacidad está al máximo.
SH: Te saco de la pandemia, porque el sanatorio cumple 25 años…
PV: Sí, cumplimos 25 años en diciembre. Y son muchas cosas las que se viven en la historia de una institución a lo largo de 25 años. Pero siempre pensamos que son mucho más que 25 años... El doctor César Vigo, mi papá, cardiólogo, fundó el sanatorio en el ´96, pero yo creo que desde que nací el sanatorio ya se estaba gestando. Porque mi abuelo, que también era médico, participó activamente en la fundación de la Clínica de la Universidad Católica de Córdoba, fue decano de la Facultad de Medicina durante 15 años… Es decir, toda esta visión de decir “armemos una institución donde la calidad médica sea lo principal y en donde se puedan atender nuestras familias”. Eso ya le daba determinadas condiciones de polivalencia porque para que se atienda la familia tiene que ir tu hijo, el bebé, la adolescente, la mujer y el mayor… Y fue una institución gestada por médicos, creada por médicos, que abrió sus puertas en el ´96, y está funcionando como Sanatorio del Salvador desde hace 25 años.
SH: ¿Y cómo lo festejan? ¿Qué tienen pensado para este aniversario?
PV: Es un aniversario difícil de planificar con demasiada anticipación. Sin embargo, nuestro principal eje, porque hace a nuestra razón de ser como empresa, es la organización de un ciclo de jornadas médicas especiales por los 25 años. Te hago un paréntesis: el servicio médico es una de las actividades que tiene mayor dinamismo y donde la capacitación y la actualización es crucial. Dicen que cada 10 años, el 50% del conocimiento médico se renueva o cambia. Entonces imagínate la importancia de todo lo relacionado con la capacitación continua, con la investigación… En el sanatorio, desde el principio, tenemos un Comité de Capacitación y Docencia, tenemos 13 carreras de posgrado, profesionales o estudiantes de distintas carreras (no solamente de medicina, sino relacionadas a otras áreas de la salud como enfermería, instrumentación quirúrgica, bioquímica, todo lo que es técnicos de laboratorio…) realizan sus prácticas en el sanatorio. O sea, nosotros tenemos una gran cantidad de personas que están al servicio de la capacitación de otras personas. Eso hace también a una estrategia de pensar en el futuro del sanatorio y que queremos tener a las personas mejor capacitadas y más actualizadas trabajando con nosotros. Entonces por eso nuestro eje central de los festejos tiene que ver con jornadas de difusión, tanto para profesionales, como para el público en general de distintas temáticas que tienen que ver con la salud y con las distintas especialidades.
SH: ¿Además ustedes dictan carreras de posgrado? ¿Entendí bien?
PV: Claro, todas las residencias médicas. Tenemos residencias médicas para médicos recibidos que en el sanatorio realizan su carrera de especialización. El sanatorio funciona como ámbito de práctica y también se dan clases teóricas de esas distintas especialidades: terapia intensiva, cirugía general, cardiología, clínica médica, urología, traumatología, ginecología y obstetricia, oncología... Todos estos médicos que quieren rendir su especialidad van al sanatorio y hacen su residencia. Estas carreras tienen aprobación del Coneau y tenemos convenios con las tres facultades de Medicina de la ciudad de Córdoba que son la UNC, la UCC y el Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas.
SH: El Sanatorio del Salvador está emplazado en un lugar que es casi como un polo sanitario privado, ¿tienen pensado salir de ese lugar en algún momento? ¿Hay planes de expansión? ¿De apertura de consultorios en otros lugares?
PV: Nosotros ahora tenemos un proyecto de redistribución edilicia que duplicaría la capacidad instalada que tenemos hoy en la misma manzana donde se encuentra el sanatorio. Actualmente tenemos salida por las cuatro calles de la manzana: General Deheza, Güemes, Oncativo y Sarmiento. Entonces nuestro proyecto inmediato, de mediano plazo, es desarrollar todas las especialidades en esta infraestructura que realmente va a ser importante en este lugar. Nunca uno puede decir que abrir o armar otra unidad prestacional en otro lugar está descartado. De ninguna manera. Pero nuestra principal atención hoy está en armar un sanatorio de alta calidad médica, polivalente, y de alta complejidad.
SH: ¿Qué cantidad de pacientes pasan al mes por el sanatorio?
PV: Aproximadamente entre 30.000 y 35.000 consultas de pacientes ambulatorios mensuales. Circulan por el sanatorio aproximadamente por día unas 5.000 personas que entran y salen. A eso le tenés que sumar toda la parte de internación, tenemos alrededor de 950 egresos por mes. Y después, si hablamos de movimiento de personas, hay que sumar todas las personas que trabajamos en la institución que somos alrededor de 800 personas.
SH: ¿La telemedicina no gana terreno? ¿No se puede suplantar algo todo eso con consultas virtuales?
PV: Sí, yo creo que sí. En alguna medida hay cuestiones que se han logrado ahora a causa de la pandemia y creo que van a continuar. Hay otro tipo de consultas o de atención médica que necesitan la presencialidad. Y paulatinamente, lo que ya se está haciendo para determinadas patologías o determinado tipo de consultas, se va a mantener en Telemedicina.
SH: ¿Desafíos para lo que viene?
PV: Poder mantenernos con esta visión de dar un servicio médico de calidad. Y el otro desafío tiene que ver con las personas. En una atención médica intervienen muchas personas que tienen un alto grado de capacitación y de calificación, tanto profesional como en el trabajo que prestan, no hablo solamente de médicos. Todo lo que es tecnología, empezando por la historia clínica electrónica, supone un montón de profesionales que tienen que trabajar en pos de eso. Y todo el resto de administrativos y profesionales de otras áreas del conocimiento que también intervienen... Poder amalgamar todo ese grupo humano para que hable un lenguaje común y tener un objetivo que nos lleve al lugar que nosotros necesitamos para lograr el resultado que es la mejor atención y la mayor seguridad del paciente, es el desafío más grande. Entonces ese otro desafío: poder integrar en un proyecto común a todas las personas que trabajamos en el sanatorio.