En el 2006, un equipo apasionado creó una pizza distinta y abrió un lugar diferente. Hoy se esfuerzan todos los días en cada cosa que hacen para seguir evolucionando. Con el profesionalismo característico y la artesanalidad que los define, Almacén de Pizzas relanzó su identidad visual y verbal para continuar acercando al consumidor buena pizza, siempre.
Esta nueva etapa que comienza el Grupo Gastronómico Re se caracteriza por una estética renovada que incluye una paleta de colores en tonos neutros (rojo, negro gastado, azul y blanco); un estilo fotográfico que pone el foco en ingredientes, productos y consumidores; y una imagen de marca minimalista, cercana y evolucionada, sin perder el sello artesanal, que está presente en los locales, packaging, comunicación en vía pública, medios y redes sociales.
Almacén de Pizzas mira hacia el futuro desde sus raíces: en este relanzamiento, el gran maestro pizzero, el fuego del horno de barro, la muzzarella estacionada y la masa casera que desde siempre tuvieron, están en el centro de la escena, porque no hacen cualquier pizza, hacen buena pizza, siempre: crocante, fina, con ingredientes nobles y, sobre todo, con mucho amor.
La masa de Almacén de Pizzas nace de herencia italiana, de cerveza, pizza, fainá y mucho ruido, de familias y amigos encontrándose, de mesas bien cerca –y una silla extra para que entren todos–. Reivindica a cada uno de los que hacen posible que la magia suceda: almaceneros, maestros pizzeros y, claro, los comensales que los eligen una y otra vez. La marca evoluciona sin dejar de ser la misma de siempre. Que nunca se apague el fuego.