Prosegur, la compañía líder en servicios integrales de seguridad, amplió su portfolio de soluciones basadas en la tecnología para lograr espacios de trabajo libres de COVID-19. Entre las más destacadas se encuentran: sistemas de control de acceso a través de lectores biométricos sin contacto, cámaras termográficas y programas de inteligencia artificial capaces de reconocer el uso de tapabocas o la aglomeración de personas que no estén respetando la distancia social.
“Ante el contexto y la problemática de muchas industrias de volver a funcionar, estamos trabajando muy cerca de nuestros clientes para desarrollar protocolos de seguridad que les permitan operar en forma segura”, comentó Sergio Del Casale, director de Prosegur Security Argentina.
Una de las soluciones más demandadas son las cámaras termográficas que se integran al sistema de seguridad y permiten monitorear la temperatura corporal en tiempo real de un grupo de personas. Dotadas de termografía infrarroja, proporcionan un mapa visual de la temperatura de la piel en tiempo real y con alta precisión.
Para el control de accesos, Prosegur recomienda lectores contactless de mano e iris o reconocimiento facial que, conectados al sistema automático de apertura y cierre de puertas, garantizan un ingreso seguro y efectivo sin la necesidad de la intervención del personal.
Para las empresas, negocios y comercios que concentran gran cantidad de personas, una de las principales preocupaciones es el control del distanciamiento social. Para este sector Prosegur Security ofrece cámaras y analytics de video, una tecnología que, a través de la inteligencia artificial, detecta patrones y actúa en consecuencia. El sistema es capaz de medir la distancia entre las personas y habilitar una alarma sonora para dar aviso de la situación al personal de vigilancia para que actúe de acuerdo al protocolo establecido.
Compañías de diferentes sectores como bancos, automotrices, e-commerce, seguros, e industrias ya cuentan con estas soluciones que les permiten dar una respuesta rápida a las nuevas necesidades impuestas por el COVID-19, recuperando capacidad productiva y ofreciendo a los colaboradores tranquilidad y seguridad en el lugar de trabajo.