Luego de que la Cámara Cordobesa de Natatorios lograra gestionar con éxito la propuesta para la reapertura de los natatorios al COE, hoy ya son cincuenta y dos los que funcionan en Córdoba Capital y provincia. Después de cinco meses de inactividad, se logró la unión para una estrategia, llegando a un acuerdo con organismos privados, y públicos. El protocolo de Córdoba es el más sustentable, ganando la reapertura con una campaña de tres pilares: contagio cero, práctica saludable y rigurosidad en el cumplimiento del protocolo.
Uno de los natatorios es el que se ubica en Av. Emilio Olmos 146. El gerente -y además presidente de la Cámara Cordobesa de Natatorios- es José Sosa, quien refaccionó el ex Bucor ubicado allí para convertirlo en SPOT, Swim and Training.
Con 350 inscritos, de los cuales 30 son niños (llegando al cupo de este segmento, niños a partir de los cuatro años), el centro acuático ofrece, aquaterapia, aquagym, hidrocinesiterapia, grupos de entrenamiento (nadadores profesionales y no profesionales con 90’ de ejercicio dos o tres veces por semana) y entrenamiento funcional. En Spot, trabajan cuatro secretarías, captando futuros clientes promocionando y publicitando la marca, y atendiendo a los antiguos clientes de la zona que no abandonaron el edificio, más allá del cambio de firma. Además, cuenta con estacionamiento gratis de bicicletas en Playa Ocean (a una cuadra del natatorio) para todos aquellos clientes que usen este medio de transporte.
“Spot es un lugar para sentirse cómodo, hacer la actividad física que te guste y vincularte socialmente. La práctica acuática es la más segura y saludable brindando muchos beneficios, la ingravidez (ayudando al descomprimiento de las vértebras), deporte de bajo impacto y fortalecimiento del sistema respiratorio, a través del soplo bajo el agua”, remarca el empresario.
De ahí surge la justificación de contagio cero presentada al COE, que argumenta el por qué sí se debía hacer la reapertura, dando conceptos puntuales, entre ellos un análisis bromatológico que demostró que el cloro en el agua tiene la cantidad justa para que no exista ningún tipo de virus y bacterias, mucho menos en el vapor del cloro, donde es imposible contagiarse. Las piletas tienen entre 2.5% y 3% de concentración de cloro por litro de agua, y allí no sobrevive ningún tipo de bacteria.
Fue arduo el trabajo que emprendió Sosa para que el ex Bucor se convirtiera en “Spot”. En cuanto a la inversión en readecuar el espacio, José explica: “Carlos Buccolini, dueño de Bucor, me llama después de tres años ofreciéndome el establecimiento, y me dije, después de 15 años de vigencia, una firma como Bucor, mínimo tenés que vender fondo de comercio, pero contando con ese dinero. El nivel de inversión fue alto, ya que el edificio era alquilado por los Buccolini”. Además agrega: “La infraestructura edilicia estaba en malas condiciones, agregamos un sobretecho, también estudiamos a fondo con una arquitecta. La caldera se reacondicionó, las fallas también eran a nivel eléctrico, gas, y luz”.
Un horizonte lleno de proyectos
Además de renovar el ex Bucor, el empresario tiene otros planes en marcha, como por ejemplo continuar con el Instituto de Capacitación (ICB) y el grupo de entrenamiento “Los Tiburones”, siendo un cuarto el nivel de práctica en el agua, debido a que los nadadores se encuentran divididos en grupos de rendimiento. “Ante una situación de no poder trabajar, los docentes y administrativos pudimos reinventarnos rápidamente, ofreciendo clases virtuales para el ICB. También organizo maratones acuáticas, siendo gerente en Natura Sport” -explica- "y entre las actividades se encuentran: tareas deportivas en compañía con la naturaleza, pileta al aire libre, escuela de verano con enfoque ecológico, etc. Esta sede se encuentra en Av. Don Bosco 5500".
Volviendo a Spot, José busca que el natatorio sea más que piscinas: “Queremos que la terraza del edificio mejore en estética y que sea un espacio para compartir, vincularse, hacer amigos luego de la salida de la pileta, un lugar de encuentro entre alumnos y profesores”. Además, el plan también incluye la instalación de paneles solares, siempre y cuando la situación mejore, indica el gerente de Spot, agregando que lo que viene en el corto plazo “es el cambio de máquinas, con un avanzado tecnológico, inversión en filtros para un resultado de agua más transparente; también queremos tratar de instrumentar un regulador de ph cloro con una energía renovable que no sea gas, ofreciendo laboratorio de ozono-ultravioleta. Esto es una inversión millonaria”.
En cuanto a números, el licenciado (José se especializó en gerenciamiento de actividades deportivas y afines) nos comenta: “Desde la Cámara hablamos sobre la tarifa mínima porque veíamos que la competencia debía ser sobre la calidad del servicio y no a competir por precio más bajo. La tarifa de dos veces a la semana que estaba desde $ 1.700 a $ 1.900, pasó a tener un piso de $ 2.200 en el interior de Córdoba y $ 2.400 en la capital, un 30% de aumento y las tres veces a la semana cambió de $ 2.000 a $ 2.800 con piso de $ 3.000, un aumento del 40%”.