De poeta y de loco todos tenemos un poco, dice el refrán popular. Algo de eso debe haber rondado la mente de tres jóvenes que crearon en Córdoba una empresa que hoy es la tecnológica local más importante y que se codea con bigs multinacionales.
Mario Barra, Omar Vega y Marcelo Quinteros son los fundadores de Vates, una empresa que nació en 1991 cuando ellos estaban cursando los últimos años de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Tecnológica Nacional y decidieron armar su propia empresa de desarrollo de software.
Vates en griego significa poeta “y nosotros la verdad es que éramos tres locos”, dice entre risas Barra. Y lo hace mientras recibe a InfoNegocios con “Vat 1”, un robot de telepresencia que funciona desde hace un mes en la empresa y que le permite al presidente de la empresa recorrer las oficinas y hablar con sus empleados o gerentes sin tener que estar precisamente allí. A quienes no estamos habituados a esto, nos parece una locura.
“Terminaremos el año creciendo arriba del 50% en facturación”
(Bernardo Barra - Gerente Comercial)
La entrevista se realizó en las renovadas oficinas de la firma en Colón al 778, donde en total ocupa más de 2000 m2, y con Barra comentando su reciente viaje que incluyó decenas de horas de navegación a vela (uno de sus hobbies) por el Mediterráneo. “Estuve en la increíble Grecia”, cuenta, y le da cierto tono poético a una entrevista que ya cumplió parte de su objetivo: que no termine siendo una nota fría sobre tres ingenieros. La otra parte, sigue así:
Los comienzos, hace más de 25 años
El primer cliente fue un videoclub -hoy negocio de culto, por entonces un hit comercial- que tenía 5 sucursales. Después sumaron como cliente importante al Sindicato Luz y Fuerza y a partir de allí llegaron a Provencred porque eran uno de los pocos que por entonces hablaban del “modelado de datos”. Luego, alguno de los gerentes de Provencred se fueron a Caruso Seguros y ellos se sumaron como área de outsourcing.
En 1995, fueron de los pioneros en hablar y trabajar con sistemas de soporte de decisión. “No vendíamos nada pero evangelizábamos”, dice Barra. Nadie les compraba excepto CTI, hoy Claro, un cliente que mantienen desde entonces. “Con Claro, Provencred que por entonces era muy fuerte y Caruso que localmente era importante cobramos otra dimensión”, recuerda.
“Estamos frente a un momento disruptivo que representa una gran oportunidad”
(Emiliano Laborda - Gerente de Desarrollo)
¿Y hoy con qué están evangelizando?, le consulto. “Actualmente en lo que más estamos concentrados es IoT (Internet de las cosas) y en particular con un proyecto de SmartHome (casas inteligentes) donde estamos cerrando con dos empresas World Class (una de EE.UU. y otra de Latam) para poner el producto en toda la región. Es un proyecto muy importante”, adelanta.
Vates está haciendo el software, la empresa americana el hardware y la otra la comercialización. “Es para integrar a través de gateways todas las funcionalidades que tiene un hogar”, es todo lo que dice sobre este proyecto que asegura se concretará antes de fin de año.
Una empresa con 400 empleados (que si encontrara RRHH sumaría otros 100 por año)
Vates tiene alrededor de 400 empleados y oficinas y centro de desarrollo en Córdoba, Buenos Aires y Santiago de Chile y oficinas comerciales en San Francisco, California (EEUU).
Pero si encontrara programadores, desarrolladores y otras especialidades su plantilla crecería “tranquilamente al 20 o 25% anual” explica el titular de la compañía.
“El sector sigue sufriendo la falta de recursos especializados”
(Lorena López - Gerente de Recursos Humanos)
El dato no es menor: la automotriz Renault fue tapa de diarios esta semana en Córdoba por sumar una cantidad similar de empleados.
“Hoy tenemos capacidad para contratar entre 15 o 20 por mes (para nuevos proyectos y reemplazar los que se van), el problema que no los conseguimos”, dice.
De su facturación, el 25% proviene del exterior. “La exportación de servicios viene creciendo pero quisiéramos que fuese aún mayor pero con un dólar planchado y costos internos crecientes por la inflación se hace difícil competir. Si vendemos directo a EEUU estamos con precio, pero sucede que nos comparan con la India y ahí no hay posibilidad alguna”, explica.
Hoy una hora hombre de un programador o desarrollador (con un perfil masivo) cuesta el doble que en ese país. “Pero no solo con la India, en la región competimos con Colombia o con Cuba o Venezuela, donde en estos últimos se consiguen desarrolladores por US$ 300 por mes cuando acá el que recién arranca ronda los US$ 1.500”, compara.
A favor, las empresas argentinas valoran mucho el perfil de recursos humanos argentinos: la cultura, la predisposición, el nivel de inglés y el mismo huso horario.
“La industria del software está en permanente evolución”
(Christian Oviedo - Gerente I+D+I)
Este año la firma facturará casi $ 300 millones de pesos, un 50% más que el año pasado y en horas/hombre trabajada el crecimiento es del 15%.
“La industria tiene dos problemas: el tipo de cambio pero que si la inflación baja se acomodará, y, principalmente, la escasez de recursos humanos”, dice Barra.
Y acota: “tenemos mucho trabajo pero lo gana el que tiene la gente para hacerlo, y ese sigue siendo el cuello de botella”.
Por mes la empresa tiene activas entre 50 y 60 búsquedas. El área de Recursos Humanos de la empresa tiene 8 personas que trabajan diariamente en la selección y búsqueda de talentos.
Barra admite que el sector vive desde hace años conviviendo con el robo de talentos pero asegura que eso no tendrá solución hasta tanto se solucione el problema estructural y se de volumen, para lo cual faltan al menos 5 años, cuando se vea el impacto de programas masivos como el 111.000 lanzado por la Nación el año pasado. “Las empresas pagan más para conseguir el recurso y a veces se arma una burbuja que impacta también en la competitividad de la industria”, reconoce.
Actualmente tienen cerca de 40 clientes. “Nuestra estrategia comercial es tener mucha presencia en las empresas clientes y mantenernos a lo largo de los años como proveedores estratégicos más que masivizar nuestro servicio”, explica. Esa clientela no está concentrada en un sector sino que incluye a firmas de Telecomunicaciones, agropecuarias, industrias, gobiernos (hicieron un software para Invap en el lanzamiento de un satélite), de servicios, etcétera. Entre sus competidoras directas están Globant, Arriague y Santex, por ejemplo.
Vates también funciona como grupo, donde sumó a No Bracks, una empresa de inteligencia odontológica, y Alaya, un fondo de capital de riesgo (Venture Capital -VC-) orientado a promover, consolidar e incrementar el valor de las empresas y emprendimientos tecnológicos de la región.
Hoy esa empresa maneja en Chile un fondo de US$ 16 millones y en Argentina comenzó hace algunos años con uno de US$ 2 millones (distribuido en 7 empresas) y acaba de ser una de las seleccionadas por la Agencia Córdoba Innovar y Emprender para ser aceleradora en un fondo de US$ 600 mil ($300 mil propios y el resto los pone ese organismo). Barra aclara que el VC tiene el foco en compañías fintech, de agroindustria, educación y biotecnología, principalmente.
Los proyectos que se vienen
Más allá del ya comentado sobre SmartHome, la empresa local mantiene vectores de crecimiento para el mediano plazo.
Expansión a través de adquisición: Vates está en proceso de due dilligence con una empresa de Buenos Aires y otra con clientes de Estados Unidos. “Eso nos permitiría empezar a operar en Estados Unidos y aumentar alrededor de un 20% en la cantidad de clientes”.
Aplicación de técnicas innovadoras para ser EXO (organizaciones exponenciales). “Estamos empezando a trabajar dentro de la empresa para permitirnos ese crecimiento exponencial. Algunos de los puntos son las redes sociales empresariales (Yammer), la telepresencia (por eso conviven desde hace un mes con el VAT 1).
Implementación de Objectives and Key Results (OKR) para dar más transparencia, comunicación, agilidad y motivación a la organización.
Tu opinión enriquece este artículo: