En un edificio del año 1913, en septiembre del año pasado se comenzó a trabajar en la construcción de "El Convento de Güemes", de la mano de Carlos Scolaro y Ricardo Martoglio de Grupo Magallanes, junto con Marcelo Zidarich, de Zidarich Inversiones, quien también forma parte del emprendimiento.
Estudio Montevideo y Pablo de la Torre fueron los encargados de la arquitectura del nuevo espacio, a partir de un trabajo consensuado con los propietarios, ya que se trata de una propiedad con un valor patrimonial alto.
Convento cuenta con 12 locales, dentro de los cuales hay cuatro propuestas gastronómicas fuertes -un bar, una cafetería, una parrillada y una propuesta más gourmet-, dos estudios de arte, una zapatería, tres locales de indumentaria, un negocio de decoración y una casa de té. Además una feria fija con 17 puestos estará instalada permanentemente en Convento, para mantener "ese perfume bohemio que tiene Güemes".
Pero eso no es todo, ya que el desafío para el próximo mes es completar la oferta en la planta alta del inmueble con un espacio destinado a oficinas. Se tratarán de puestos fijos, siempre fomentando la interacción entre todos los ocupantes. "La idea es hacer un concepto interior-exterior entre oficina adentro y livings en la galería, y el concepto de galería a cielo abierto trasladarlo a la oficina", explica uno de los socios del emprendimiento.
Nueve oficinas serían las que se alquilarían con este fin, las cuales compartirían una cocina y el sector de baños, y los precios de su alquiler arrancarían desde los $5.000.
¿Inversión? "Mucha en arte, arquitectura y esfuerzo personal", finaliza uno de los socios, esquivo a hablar de números.
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