Apenas perceptible en el mapa del nuevo mundo, Belize es un país bañado por las aguas del Mar Caribe ubicado sobre una pequeña franja de 290 km de largo y 110 km de ancho, que se extiende al este de Guatemala y al sur de México, más precisamente al sur de la Península de Yucatán. Es justamente esta localización que lo hace exclusivo, único y poco explorado. Sin embargo, los amantes del buceo y snorkel seguramente saben de este minúsculo país, ya que aquí se encuentra uno de los paraísos más ricos en vida marina. Belize cuenta con la segunda barrera de coral más extensa del planeta (después de Australia), con una extensión de 300 km entre más de 200 islas y cayos que conforman verdaderos piletones donde habitan cerca de 400 especies de peces y 40 tipos de corales, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
Este viaje realizado en Belize, un post tour de prensa como finalización de Centroamérica Travel Market 2011, no sólo nos mostró mar y nos hizo pisar playas de fina arena blanca, que por cierto son muchas y varias absolutamente vírgenes; también nos dejó sorprender con un país joven, declarado independiente de Inglaterra en 1981, una pequeña nación que cuenta con una gran variedad de recursos naturales y únicos, como selvas, ríos y montañas.
Saliendo de Panamá, luego de tres combinaciones aéreas con la empresa Taca-Avianca, arribamos al aeropuerto internacional de Belize para trasladarnos desde allí, en un pequeño avión para no más de diez pasajeros, hasta la isla Ambergris Caye, cuyo punto central es San Pedro, un pueblito con callecitas por donde circulan constantemente carros eléctricos que son los medios de traslado doméstico. Ahora sí el dato que todos identifican: este San Pedro es la “Isla bonita” añorada en aquel tema que popularizó Madonna en 1987.
Sobrevolar por los cayos beliceños ya despierta ansiedad por el pronto aterrizaje. Luego de 30 minutos de vuelo, con la constante panorámica de un mágico océano azul verdoso, nos espera un traslado de 20 miuntos en lancha hasta el hotel. Ahora el mar ya nos salpica la cara, el primer contacto con nuestro próximo paraiso. Llegamos a Las Terrazas, un resort de exclusivos departamentos con balcones que miran hacia el Caribe, y que además cuenta con una hermosa piscina ideal para quienes quieren disfrutar del baño en aguas templadas no saladas. Luego de una cena con exquisitos pescados y frutos de mar, una caminata nocturna por la playa, para esperar a la mañana siguiente la navegación con el equipo de snorkel para sumerginos en ese mundo marino del que tanto se viene hablando. Peces, corales y esponjas de todas formas y colores, y lo más emocionante, nadar muy cerca de tiburones nodriza y mantarrayas.
Al día siguiente dejaremos las encantadoras playas de San Pedro, para empezar a conocer el Belize sorprendente, verde y selvático.
Ahora nuestro destino es San Ignacio, en el extremo oeste, un apacible pueblo rodeado de montañas verdes y cruzado por ríos, el otro mundo acuático de este país. En el hotel San Ignacio, de estilo rural, nos esperaba una estadía corta y una visita al Proyecto Iguana Verde, un centro fundado para reproducir estos ejemplares en peligro de extinsión y devolverlos en porcentaje a su hábitat original.
Luego el traslado será hasta Caves Branch, un lodge en medio de la selva donde cada uno de sus cuartos está, literalmente, en medio de la vegetación, aislado, con el canto y sonido de las diversas aves que habitan alrededor. Desde aquí hacemos otro viaje de aventura, siempre en zona selvática, para iniciar una navegación sobre gomones por el Cave Branch River, que nace en una montaña cavernosa en cuyo interior ingresamos luego de remar con nuestros brazos y manos, para observar un sistema único de columnas, estalactitas, estalagmitas, y otras formaciones rocosas producidas por el agua a lo largo de miles y miles de años.
Pero Belize también guarda otros tesoros, templos y reliquias de la civilización maya, que se estableció en esta región de América Central en el año 1500 antes de Cristo. Se destacan las ruinas de San Ignacio, Caracol, Lamanai, Altun Ha y Xunantunich, entre otras. Con esta riqueza, Belize se une al tesoro maya que se extiende en México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Datos de interés:
Lengua oficial: inglés. También se habla español, y dialectos.
Moneda: Dólar beliceño (BZ$). BZ$2 equiparados a USD$1 (dólar americano).
Otros lugares recomendados: Placencia, Dangripa, Caye Caulker, y los sitios de buceo Blue Hole (declarado monumento natural) y Turneffe Atoll.
Tarifas:
Hoteles: Las Terrazas, temporada alta dormitorio para dos personas desde U$D 449. San Ignacio cuarto para dos personas desde U$D 182.
Snorkel: U$D 75, con traslado en lancha.
Expedición por Cave Branch River: U$D 85, con almuerzo.
Aéreos: American Airlines y Delta Airlines (Buenos Aires-Belize, con escala en Miami y Atlanta, respectivamente) desde U$D 1560 ida y vuelta, impuestos incluídos. Taca-Avianca (Buenos Aires-Lima-El Salvador-Belize) desde U$D 1390, impuestos incluídos.