General Motors y su quiebra administrada: ¿habrá final feliz?
La idea es crear la “nueva GM”, una empresa más chica, más eficiente, y que mantendrá una participación importante (60 %) del estado norteamericano. En un proceso que –dicen- durará unos 3 meses, la nueva GM saneada comenzará a operar de manera más equilibrada. Lo que no está del todo claro es como se resolverá el enorme pasivo de la GM residual.
De las “big three” de Detroit, Chrysler (de la mano de Fiat) y ahora GM han tomado caminos complicados, sobre todo para el orgullo norteamericano, pero no tenían otra alternativa. El presidente Obama manifestó que “con estas acciones se evitó un desastre”.
Ford, que continúa con su plan interno de restructuración, manifestó que ve con buenos ojos el proceso iniciado por General Motors.
Como solía decir un ex Presidente argentino; “cirugía sin anestesia”: GM cerrará más de 10 plantas en el país del norte, reduciendo su plantilla en mas de 21,000 trabajadores, los que serán muchos más teniendo en cuenta a sus proveedores.
En Argentina aseguran que la filial local no corre peligro alguno y que continuará con sus operaciones normalmente.
Final de una historia que comenzó mucho antes de la crisis económica mundial y que, aun con consecuencias directas y graves en cuanto a pérdidas de empleo, seguramente traerá calma a la que, hasta 2007 y por décadas, fue la automotriz mas grande del mundo.