Litio: la ciencia, clave para que Argentina sea parte de un negocio de U$S 22.000 M (I parte)

Llegará un día en que la energía de origen fósil deba reemplazarse por energías renovables, que son limpias y sostenibles pero que tienen un problema: no pueden asegurar una producción energética continua.
Los paneles solares sólo reciben energía de día y un generador eólico sólo produce energía cuando hay viento a determinada velocidad. Por eso, el sobrante de estos sistemas debe almacenarse y el sistema de almacenamiento más eficiente en la actualidad son las baterías de litio.
Ante este panorama, los salares de Argentina, Bolivia y Chile concentran casi el 90% de las reservas mundiales (10 millones de tn) de este mineral estratégico, conformando el llamado "triángulo del litio" y se transforman en una región con grandísimas perspectivas.
EcoNegocios habló con uno de los científicos que más sabe del tema y que ha trabajado en el único proyecto de fabricación “made in Argentina” de baterías de litio, que comenzó en el 2004 pero que por ahora está parado.
Juan Collet Lacoste, de la Comisión Nacional de Energía Atómica, aseguró que “los desafíos de las celdas de litio ion no nos parecen imposibles, creemos que es un problema de tiempo, la experiencia y el conocimiento requiere de una inversión de tiempo, a parte del dinero, para entender y comprender el camino a seguir”.
En ese sentido, confirmó que ese organismo trabaja junto al INIFTA (Universidad de la Plata) y al FAMaF de la Universidad de Córdoba para crear un centro de energías sustentables y vectores energéticos, donde hoy en día las celdas de litio ion junto con el hidrógeno son los dos más importantes vectores.
“Con respecto a la fabricación, Argentina tiene material humano con una gran experiencia en la parte básica de la fabricación de los electrodos, en  áreas como el estudio de contenedores y sistemas de soldadura y la construcción de los procesos de fabricación en forma masiva. Lo importante es integrar y coordinar todos estos grupos que a veces es muy difícil en Argentina por falta de cultura, que indirectamente es debido a la falta de financiamiento”, afirma Lacoste.

Sobre el origen de los fondos, le preguntamos si el Estado debería recurrir a privados, y según el especialista, “no se necesitarían inversores privados en un negocio de esta magnitud”.
“No menosprecio las baterías, que requieren mucho trabajo y conocimiento para llegar a los mejores resultados, pero no es algo que esta fuera del alcance del sistema tecnológico científico Argentino”, asegura, aunque aclara que fabricar el dispositivo necesita “varios de cientos de miles de dólares”.
Según la consultora A. T. Kearney el mercado de celdas de litio ion para autos eléctricos movió 32 millones de dólares en el 2009, aumentará en el 2015 a 21800 millones de dólares y se cuadruplicará para el 2020 a 74100 millones de dólares. La Argentina, Bolivia y Chile tiene el 90% de los recursos evaporíticos de Litio, el medio más barato de obtener litio.
“Si esto es así, saque sus conclusiones sobre que estamos parados, con un 30% para la argentina hablamos entre 1 a 4% del PBI argentino. Bolivia saldría de la pobreza y está muy interesado de interactuar con la argentina para sus desarrollos”, destaca Lacoste.
Y añade: “La batería de un auto eléctrico vale casi el 40% del precio del auto y deberá ser recambiada cada 4 a 6 años, esto muestra que el realizar baterías para autos es un negocio que no se agotará con el tiempo”.
¿Quiénes son los jugadores de este negocio con perspectivas exponenciales de crecimiento? ¿Cómo se produce litio hoy en Argentina? ¿Quién es el principal productor? ¿Cuánto dinero le genera a nuestro país?
Todas las respuestas para saber cómo funciona el mercado del litio, en la próxima nota de EcoNegocios.