Los chinos que se vienen. Salón de Pekín 2010
(Por José Manuel Ortega) Seguramente el Salón de Pekín (Beijing) no tendría la relevancia que posee -aún lejos de los grandes europeos- de no ser por la avanzada asiática en el mundo del automóvil. Algunos modelos del Salón.
Pero trabajaron, y mucho, y hoy Hyundai-Kia goza de una altísima imagen de calidad, prácticamente sin diferencias con los japoneses. Muchos de sus modelos cuentan con 5 años de garantía. Pero el paso de un extremo al otro no fue automático: años y mucho trabajo.
Pues bien, con los chinos está pasando lo mismo. Es más, en estos últimos 10 años su calidad ha cambiado notablemente aunque sigan estando lejos de las centenarias marcas europeas, americanas y niponas. Y esto se nota también en los crash tests, en los que no han conseguido los mismos resultados que con sus diseños.
Pero solo es cuestión de tiempo, recorrerán el mismo camino que sus aquellos.
En el Salón de Pekín 2010 se mostraron, entre otros, el Geely (dueña de Volvo) EX8 (fotos 1 y 2), casi un clon del Toyota RAV 4, el GC5 (foto 3), de controvertidas líneas aunque agradable, el Emgrand (foto 4), un bote de formas poco agraciadas con un motor 2.4 de 160 CV y 2 motores eléctricos que aportan 75 CV.
Rover y MG, como marcas, pertenecen al grupo chino Nanjing (Land Rover y Jaguar a lo india Tata). Pero el gigante grupo oriental SAIC adquirió los derechos del extinto Rover 75 (un auto que me encantaba) y lo transformó en el Roewe (marca del grupo) 550 XT (foto 5), algo impersonal pero conservando el clásico estilo inglés.
Beijing Auto Works (BAW) posee los derechos sobre los diseños de los Saab 9-3 y 9-5, y a partir de este último está presentando el C71F (foto 6), que no es más que un 9-5 con diferentes cola y trompa.
Finalmente el Great Wall Hover M1, “muy” parecido al Fiat Panda y con un resultado estético divertido.
Que no queden dudas, adhiero a la ingeniería alemana, al design italiano, al glamour italiana, a la perfección japonesa –y coreana-, pero los chinos están cada vez más cerca. Simple dato de la realidad.