Puesta en marcha del motor en frío. Vida útil
De todos modos hay un principio universal, independientemente de la antigüedad del automóvil, y es que existe un período inicial al poner en movimiento nuestro auto en el cual debe tenerse un cuidado mayor para no ocasionar un desgaste prematuro al órgano vital.
Algo similar a nuestro cuerpo. No es recomendable levantarse a la mañana y –en seco- salir corriendo a toda velocidad o practicar algún deporte ya que el riesgo de lesiones es importante. Así como deben calentarse músculos, articulaciones y otros tejidos, el motor necesito un período de adaptación para alcanzar su régimen de trabajo normal.
Ya no existe el cebador manual, imprescindible para arrancar un auto en un día frío varios años atrás. La inyección electrónica y la gestión se encargan de buscar las mejores condiciones de funcionamiento en todo momento.
Obviamente, si bien no se encuadra exactamente en el tema propuesto, lo primero que debe hacerse –mínimamente- es verificar nivel de aceite y refrigerante.
Los primeros metros al arrancar son vitales para la vida útil del motor.
Dejar el auto en marcha un rato no solo no ayuda sino que por el contrario, ocasiona un perjuicio –leve- al motor.
Lo que debe hacerse es salir despacio, a bajas rpm, por unos minutos, hasta que el conjunto (no solamente el motor) alcance su estado normal. No importa si el procedimiento se realiza en pleno verano, luego de permanecer detenido el vehículo, necesita readaptarse a la nueva situación.
Las aceleradas “en seco” que algunos dan con el auto frío son letales para su vida útil.
Este es uno de los tantos cuidados que deben tener en cuenta para prolongar el buen estado de nuestro automóvil.