Pero el Torino modificado por Lutteral debía ir un poco más allá, y es ahí donde su capricho pasó a convertirse en una empresa, encargada de modificar a gusto al popular auto producido en Córdoba. A partir de 1968 bautizó a los modelos más completos como Lutteral Comahue. Sin embargo también comercializaba piezas o kits de potenciación por separado.
Con el tiempo los Torino Lutteral también ganaron un frontal específico. En este caso se trataba de una extensión de los guardabarros que le permitía una mejor penetración aerodinámica. A su vez el remate trasero también tuvo variaciones. Sin embargo no todos los Lutteral tenían la trompa y la cola intervenidas, sino que todo era configurable, a pedido del cliente.
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