El sábado por la noche, en un mini recital íntimo, quedó inaugurado el Museo Bar de la Mona Jiménez, un lugar de culto que Córdoba necesitaba y que el propio Jiménez merecía, como el de Elvis Presley en Memphis o el de los Beatles en Liverpool. “Pensaba que no iba a ver en vida mi museo”, comenzó diciendo en la apertura del recital. “Después de 55 años de cantar, lograr esto… después de tanta lucha y tanto sacrificio, porque el cuarteto era muy marginado….”, reflexionó frente a los presentes. “Gracias porque puedo disfrutar de mis canciones aquí en mi propio museo bar”.
Así te lo adelantabamos: En febrero abre el Museo Bar La Mona, donde hasta el domingo funcionó Johnny B. Good de Rafael Nuñez (con shows y museo “curado” por artistas del Malba)
La idea surge de la sociedad entre la familia Jiménez (el Carli como uno de los principales motores), Freddy Morozovsky y Andrés Rodríguez. “La Mona merecía un lugar así en Córdoba y el país”, afirma Freddy Morozovky a InfoNegocios.
La propuesta tiene dos grandes patas (o tres): la museográfica (con discos, atuendos, momentos de su vida y hasta publicidades icónicas en las que participó el Rey del Cuarteto), la gastronómica y, un stand de souvenirs, donde los visitantes pueden adquirir recuerdos del artista.
El local tiene capacidad para 480 cubiertos. La gastronomía es de alto vuelo (bajo la dirección de Roal Zuzulich) y reversiona los clásicos de los bailes: el plato estrella es el choripán en dos versiones (el “Popularísimo” a $ 1.100 y “Por tí lo dejo todo” a $ 1.200) y la bebida, el “pritiado” y el fernet.
Al lugar se accede con reserva previa en www.lamonamuseobar.com/reservas, allí determinar si se opta por la Cena Show, el restobar o algún evento determinado.
La tienda oficial denominada “Locura total de amor” vende desde el ecovaso BumBum a $ 400, pasando por medias o remeras (entre $ 1.300 y $ 3.300), hasta El Malbec de La Mona a $ 1.800.