“La pandemia nos obliga a acelerar los cambios culturales que nos debemos hace tiempo. La gestión de los residuos domiciliarios es uno de estos debates. En ciudades con la dimensión de Córdoba, la recolección diaria puerta a puerta no es sostenible”, destaca de Loredo.
En el presupuesto 2020, uno de los ítems que mayores erogaciones representa es el del programa 449 (Servicio de Higiene Urbana, Distribución de Agua Potable y control de Animales Sueltos en la Vía Pública), que cuenta con un presupuesto de $ 8.270 millones, es decir, el 17% del total del presupuesto anual de la ciudad.
El 95% de esos recursos se destina a transferencias por servicios a terceros, principalmente a las empresas de recolección de residuos.
De acuerdo al contrato vigente, la ciudad de Córdoba se divide en tres zonas:
- Norte: zona 1 a cargo de Urbacor
- Area central: zona 2 a cargo de la empresa Logística Ambiental Mediterránea (LAM)
- Sur: zona 3 en manos de Lusa, tomando como eje el río Suquía
La recolección de los residuos húmedos se realiza con una frecuencia de 6 veces por semana, en turnos diurnos y nocturnos, de domingo por la noche hasta sábado por la mañana, excepto el área central donde la prestación es de 14 veces por semana.
Las empresas resultaron adjudicadas por licitación pública en el año 2018, de acuerdo al siguiente cuadro:
“Si modificamos el servicio y pasamos a una frecuencia de cinco veces por semana en las zonas 1 y 3 y doce veces en el centro, logramos que el municipio ahorre 52 millones de pesos mensuales y con el compromiso de los vecinos de sacar la basura cuando corresponde, se mantendrá la limpieza de la ciudad”, explica de Loredo.
El pliego vigente estipula en una de sus cláusulas que “el Departamento Ejecutivo Municipal se reserva el derecho de disminuir el servicio adjudicado hasta en un 15% del total adjudicado en las condiciones y precios pactados”.
De manera concreta, la propuesta del concejal de Loredo involucra una reducción del 12%, 9% y 11% para las zonas 1, 2 y 3, respectivamente; con lo cual la Municipalidad está habilitada para avanzar en este cambio.
Sobre este punto, Rodrigo de Loredo consideró que: “La gestión de los residuos sólidos debe incluir una fuerte campaña de concientización y educación ambiental para comprometer a los vecinos en la generación de menos cantidad de basura y cumplir con su tarea de separar en origen y sacarlos a la calle los días indicados”.
“La reducción en la frecuencia acompañado por la separación en origen, la conciencia ambiental y la reducción de la contaminación ambiental, son parte de la misma estrategia que, además, ayudará a las finanzas del municipio”, agregó de Loredo.
“Es fundamental aumentar la comunicación con los vecinos a fin de lograr que la población tenga más conciencia de la importancia de su rol dentro de la gestión de los residuos y de los problemas que genera la falta de hábitos ecológicos, no solo en las cuentas del municipio, sino en el futuro del ambiente”, concluyó el concejal.