"Nos vemos como una aplicación de citas diferente porque creemos más en la calidad que en la cantidad de perfiles", resume Buteler desde Inner Circle, la plataforma que con tecnología de IA y con un equipo humano detrás verifica la veracidad de los perfiles, que las fotos sean de calidad, que se vea bien la cara de las personas y que no haya fotos grupales que confundan o dificulten identificar a quién se "tiene en frente".
Y aunque las apps de citas son nativas del mundo digital, en el caso de Inner Circle "estamos convencidos de que la magia sucede en la vida real", resume Buteler para contar que están trabajando en volver a los encuentros presenciales como lo que supieron hacer en Buenos Aires antes de las restricciones por pandemia.
Nacida en Holanda donde mantiene su sede central, Inner Circle apuesta a su diferencial de calidad de perfiles y trabaja mucho con el tradicional "boca a boca" de referencia. Opera en 27 países del mundo y cuenta con 3,5 millones de usuarios, aunque en Argentina solo tiene la opción "Buenos Aires" de ciudad.
"Sabemos que hay mucha gente de otras ciudades que debe elegir esa opción porque no hay otras y siempre buscamos abrir nuevos puntos de nuestra red -explica Buteler-; que lleguemos a Córdoba dependerá también de que mucha gente lo pida".
Sin publicidad dentro de la aplicación, el único ingreso de Inner Circle son las membresías que permiten sumar funcionalidades al perfil, una opción que -al cobrarse en dólares- no suele tener mucha acogida en países de moneda débil como Argentina. "Estamos trabjando en sumar monedas locales", adelanta Buteler.
Se duplicó en pandemia
Desde marzo del 2020 -cuando el coronavirus golpeó por primera vez- hasta hoy, el sistema detectó un aumento en el número de matches en un 99% y comprobó que la gente está hablando más, con un crecimiento del 116% de los mensajes enviados en todo el mundo. Durante el aislamiento, se percibió una mayor tendencia (+31%) a organizar citas por videollamada, reflejando que las personas continúan dispuestas a relacionarse; solo las formas cambiaron.
En Argentina, donde funciona desde 2019, duplicó su base de suscriptores desde el inicio de la pandemia.