La Bolsa de Comercio vota por la afirmativa
Desde la Bolsa de Comercio, Manuel Tagle opina que “las medidas van en consonancia a lo prometido: reducir el tamaño del Estado, reducir el gasto público e ir a la eliminación del déficit fiscal que permitirá dejar de lado la emisión monetaria que causa esta inflación asfixiante que está destruyendo al país”.
“Duplicar la AUH y subir 50% la Tarjeta Alimentar muestra una buena sensibilidad social hacia los sectores que no deberían pagar los costos de las deformaciones que generó el gobierno kirchnerista en los últimos cuatro años”, agrega el empresario que inició en el mundo de la venta automotor y se ha diversificado al desarrollo inmobiliario.
“Me parece razonable la eliminación de la pauta oficial y las transferencias discrecionales a las provincias, además de la revisión de las contrataciones de empleados públicos del último año”.
“Falta saber cómo se va a eliminar el cepo cambiario, porque debemos ir a un sistema de libre mercado con valores fijados por el mercado. De la misma manera, faltan detalles de cómo se va a recortar el gasto público para reducir drásticamente el gasto público para generar la confianza en el mercado. Sabemos a dónde vamos, pero falta saberlo con mayor detalle”, finaliza Tagle.
La UIC, pulgar arriba (pero no tanto)
Luis Macario, presidente de la UIC, coincide con el diagnóstico que hizo el ministro en cuanto a que la causa de los problemas económicos reside en el déficit fiscal “y no en las consecuencias que son la inflación, el endeudamiento y todo lo que estuvo ocurriendo”.
En su opinión no se trata de un plan económico, sino de “medidas de emergencia”. “Algunas creo que son más tribuneras y responden a las consignas con las que el presidente llegó al poder, como el tema de la reducción de los gastos del Estado y la casta y todo lo que está vinculado a eso, eliminando nombramientos del último año y achicando la cantidad de ministerios”.
Respecto del dólar a $ 800, “apunta a un dólar más realista porque el dólar a $ 400 no reflejaba la realidad y como consecuencia de tener un atraso cambiario, nos hemos quedado sin dólares y con reservas negativas, o sea que ese ajuste no era absolutamente necesario”, dice Macario.
“Con lo yo no estoy de acuerdo es en la eliminación de la obra pública, yo creo que el Estado tiene que mantener una obra pública, el tema de que por ahí haya sido un foco de corrupción no significa que la obra pública no pueda estar en manos del Estado, simplemente hay que controlarlo bien. Hay cuestiones que los privados no pueden abordar, tiene que ser el Estado, si no tenemos infraestructura, es muy difícil ser competitivos, pero se puede entender en el marco de una emergencia como la que estamos viviendo que temporalmente el Estado suspenda la obra pública, que también va a tener un impacto a nivel de empleo”, sentencia el presidente de la UIC.
No obstante aclara que se trata de una opinión preliminar porque restan detalles importantes, entre ellos saber a cuánto quedarán los dólares para importar y para exportar .
Mi voto no es positivo, dicen los constructores de Camarco
En tanto, a Horario Berra, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción - Delegación Córdoba, las medidas le dejaron un final de boca amargo.
Si bien valida la necesidad de ir hacia el equilibrio fiscal, desde la cámara que nuclea a los principales contratistas de obra pública no se ve con buenos ojos que el gobierno mire este rubro como un gasto y no como una inversión que repercute en salud (construcción y mantenimiento de hospitales, obras de agua, cloacas) y competitividad (rutas, infraestructura en general), explican.
“Nos faltan detalles de cómo serán las medidas concretas sobre las obras públicas en marcha y las nuevas licitaciones, pero por lo anunciado vemos un horizonte muy complicado en las provincias (no particularmente en Córdoba) que tienen buena parte de su actividad montada sobre las obras que contrata el Estado”, resume Berra.
A la espera de una reunión con Guillermo Ferraro, ministro de Infraestructura del nuevo gobierno, los empresarios de Camarco desconocen detalles de cómo afectará la paralización de licitaciones nuevas y obras no iniciadas, aunque esperan que no se incumplan los contratos de las obras en curso.
En realidad, el estado nacional viene pagando solo las cuotas “viejas” y no la actualización de costos de las obras públicas, con lo que el sector ya viene soportando una parálisis bastante importante en el último trimestre.
Sobre el impacto de la devaluación y el dólar a $ 800, Berra entiende que muchos eslabones de la cadena de proveedores ya venían trabajando con un tipo de cambio superior al oficial ($ 400 hasta ayer), por lo que el pass thru de la devaluación no debería ser del 100%.
“Los inversores privados van a volver” (asegura Uribarren)
Marcelo Uribarren es uno de los históricos defensores de la industria. El presidente de Aloña, es optimista: “Por ahí quizás sea apresurado porque todavía no están claros exactamente los números que va a tener el dólar de importación y el dólar de exportación, me parece que son detalles… Acá lo importante es que se está tratando de sincerar la economía, me parece muy auspicioso, arreglar la macro que está hecha pedazos”.
En consonancia con sus colegas, apoya “un achique del gasto público en busca del equilibrio fiscal”. Y continúa: “Si eso no ocurre la inflación siempre nos va a estar pasando todo por arriba, la tensión cambiaria va a ser permanente... No tenemos dólares para importar, no tenemos dólares para producir, pobreza ascendente, entonces que se esté tratando de sincerar la economía y fundamentalmente achicar el gasto público, eso es súper auspicioso porque además si esto empieza a tener buenos resultados, los inversores privados van a volver”.
“Un dólar a $ 800 es un alivio” (dice el agro)
Luciana Mengo es presidente de la Afamac, la Asociación que nuclea a los fabricantes de maquinaria agrícola. Ella asegura que “el paquete de medidas anunciadas por el ministro viene cargado de muy buenas intenciones. Deberemos esperar la reacción de los mercados y la aplicación de las mismas. Respecto a la eliminación de las SIRAS, alivia saber que ya no habrá más intermediarios entre los operadores comerciales nacionales y del exterior, pero no queda claro de dónde saldrán los dólares que tienen que aparecer para pagar las deudas contraídas hasta hoy”.
Una devaluación es un alivio, según la presidente de Afamac: “Otra de las medidas anunciadas, como devaluar el dólar y llevarlo a $ 800, nos trae alivio para el equiparamiento de la rentabilidad, ya que muchas operaciones comerciales se realizaban con dólares de diferentes valores no quedando nunca en sano equilibrio. Este nuevo valor del dólar es un sinceramiento que la industria estaba esperando. El resto de las medidas anunciadas no tienen impacto directo en el sector industrial pero sí en lo social”.
“Si bien supongo que es el primero de muchos anuncios que faltan, estos estuvieron en la mayor parte protagonizados por los gestos en el achicamiento del gasto y en el tan nombrado equilibrio fiscal. Gestos que el electorado necesitaba escuchar para acompañar el escenario que se viene. No olvidemos que el sector productivo ha vendido con un dólar sin devaluar y se ha endeudado a precio dólar que hoy es más del doble. Las cuentas no cierran por ningún lado”.