“La inflación favorece a las primeras marcas”.
La extraña definición me la dio un ejecutivo de una importante multinacional que acompañaba ese “título” con el siguiente análisis: “La inflación no es buena para nadie, pero cuando se pierden las referencias de precios, cuando no se sabe qué es caro y qué barato, las marcas salen ganando”. De hecho, las ventas de esta empresa de bebidas vienen bien muy firmes, pese al conflicto con el campo.