La mala: sin cambio de mentalidad comercial no vamos a ningún lado.

“Cuando una empresa argentina crece, se expande y comienza a tener altos índices de rentabilidad, sus dueños se desbordan, no saben cómo manejarla y la venden. En Brasil, cuando pasa eso, sus dueños contratan profesionales para hacerla crecer más todavía”, dispara Arnaldo Bocco, director del BCRA.
Desde Cancillería -y de paso por Córdoba- el embajador Hugo Varsky, coordinador del grupo de integración productiva del Mercosur agrega: “sin integración regional vamos a quedarnos postergados, es la única alternativa. Y no es coyuntural, sino una cuestión estructural”.
Y aunque ninguno de los dos sabe cuánto durará la crisis, sí están convencidos que será de largo plazo y que la única alternativa es un cambio de mentalidad comercial y la integración. “Estados Unidos ya no representa la economía mundial, el centro va a mutar a la China o a la India, países intermedios y en ese escenario no nos queda más que aliarnos. Somos muy chicos”, culmina Bocco.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.