(Diálogo textual sostenido ayer miércoles 7 de marzo con una telemarketer de HSBC)
- Buenas tarde, habla Fulana de Tal, ¿en qué puedo ayudarlooo?
- Buenas tardes, Fulana, quiero dar de baja mi tarjeta de crédito Visa...
- ¿Por qué motivo la quiere dar de baja?
- Estoy evaluando quitarme la vida y no me gustaría dejarle problemas a mis deudos...
- Hmm... bien, lo que yo podría ofrecerle es la bonificación del cargo anual para sus adicionales...
- Le agredezco sinceramente, no tengo adicionales en esta tarjeta y -aunque supongo que es parte de su protocolo- me gustaría pasar a la instancia siguiente y cancelar esta cuenta...
(Obviamente no lo logré en esta primera entrega... mañana -una vez solucionado un débito automático pendiente- volveré a la carga).
Membership Rewards del HSBC, wowww.... qué bien suena... ¡qué mal anda!
Hace un tiempo ya había decidido dar de baja mis cuentas bancarias en el HSBC cuando implementaron el absurdo e-Token de claves. Permanecí como cliente de una tarjeta Visa hasta ayer cuando al querer cambiar mis 23.000 puntos del programa Memebership Rewards me sentí literalmente estafado.
Tenía un premio en mente (una Play Station para jugar con Ivo) y un premio suplente (una Cava de frío para vinos), pensando en un plan B por si no había stock.
Piensa mal y acertarás: no hay PS... y tampoco cava. Plan C: Minicomponente Sony; sin stock. Plan D:
Otro producto Sony; sin stock, repetía la telemarketer.
A ver... ¿un GPS? (que ya tengo), "sin stock".
Resumen: como no había ninguno de los 5 productos que quería, terminé pidiendo una juguera que no usaré, un kit para notebook que ya tengo, un juego de toallas y un secador de pelo (¿?). Ahi decidí dar de baja mi tarjeta que me tuvo como buen cliente durante 10 años y se suscitó un increíble diálogo con la telemarketer que te cuento en nota completa.