¿Habiendo test PCR, habiendo ya mucha gente -en Argentina y el mundo- vacunada, tiene sentido poner un cupo al ingresos de pasajeros? ¿No sería más razonable centrar la restricción en cumplimentar las medidas sanitarias?
Aunque intentar evitar la circulación de la variante Delta del Covid es la razón oficial de esta política única en el mundo (Cuba y Venezuela, por caso, reciben y emiten muchos más pasajeros por día que Argentina), el Indec nos deja otra razón que -si bien no es la admitida- seguramente influye: con el dólar oficial atrasado y la demanda por viajar contenida (más lo argentinos que buscan emigrar) sólo en mayo salieron 23.300 pasajeros (residentes en el país) de los que entraron (no-residentes).
Así, el saldo de turistas en el período enero-mayo fue negativo en 166.200, lo que a US$ 2.000 entre pasaje y estadía (por jugar con un promedio), deja un saldo neto de unos US$ 300 millones. Si bien es muy poco para el déficit turístico (que puede a generar US$ 10.000 millones al año), todo lo que reste dólares al Central es crítico para esta etapa pre-electoral para el gobierno.