Los cerramientos naturales hacen de soluciones de ocultamiento para vallas en los jardines. Le otorgan al cercado un aspecto más acabado y original que al tiempo, además de estético es funcional.
Este tipo de divisores permiten organizar el jardín de manera más prolija delimitando claramente cuáles son las zonas privadas y las de común circulación.
Hay cerramientos de distintos materiales de acuerdo a las necesidades y gustos del cliente. Así encontramos:
- Bambú: posee un nivel medio de ocultamiento, alto poder decorativo.
- Brezo: se trata de un tejido natural que varía su nivel de ocultamiento según el espesor elegido.
- Caña: este tipo de cerramiento se fabrica a partir del tejido de cañas naturales con acero galvanizado. Es un producto natural y resistente con un alto nivel de ocultación.
- Corteza de pino: este material le otorga un aspecto más rústico al cerramiento y de alto poder de ocultación.
- Helecho: el nivel de ocultación en este caso es medio pero a nivel estético es una opción interesante porque es una planta ligera de varilla finas.
- Mimbre: es uno de los materiales más solicitados porque, además de contar con un alto poder de ocultamiento, es resistente a sol, agua e impacto sobre su superficie.
El ocultamiento de vallas o cercos con materiales naturales permite continuar con la fluidez estética en lo que hace a las decisiones a los jardines.
De esta manera lo que separa a un espacio de otro no son tablones de madera, sino vegetación con un claro concepto paisajístico de por medio.