Por qué 2026 empieza este lunes 29 de diciembre (y tendremos un año de 53 semanas en lugar de 52)

Aunque el almanaque todavía marque diciembre, para bancos, empresas y medios el año arranca la próxima semana. El motivo no es caprichoso…

Mucho antes de que existieran planillas de Excel, cierres contables o reportes trimestrales, el tiempo se medía mirando el cielo. Las primeras civilizaciones organizaron sus calendarios a partir de ciclos solares y lunares. Egipcios, romanos y pueblos mesopotámicos usaban esquemas distintos, con meses de duración variable y ajustes más bien “artesanales”.

Con el tiempo, el calendario solar se impuso como referencia —el año de 365 días— y terminó cristalizando en el calendario que usamos hoy. Pero incluso así, durante siglos cada país y cada cultura contaba las semanas a su manera. En algunos lugares la semana empezaba el domingo, en otros el lunes; para algunos el año arrancaba el 1° de enero sin importar el día, y para otros lo hacía después de la primera semana completa. Comparar períodos entre regiones era, literalmente, comparar peras con manzanas.

Ese desorden empezó a volverse un problema serio en el siglo XX, cuando el comercio internacional, la banca y la logística comenzaron a funcionar a escala global. Para ordenar ese rompecabezas nació el estándar ISO-8601, definido por la International Organization for Standardization a fines del siglo pasado. La idea era tan simple como revolucionaria: todas las semanas debían empezar el mismo día (lunes) y el año debía dividirse en semanas completas, comparables entre sí.

Así se fijó una regla clave: la Semana 1 es la primera que tiene al menos cuatro días del nuevo año. Ese criterio evita semanas “partidas” y permite comparar un año con otro sin trampas estadísticas.

Ese criterio es el que explica la “rareza” de 2026. El 1° de enero cae jueves, por lo que la semana que va del lunes 29 de diciembre de 2025 al domingo 4 de enero de 2026 tiene cuatro días dentro del nuevo año. Bajo la lógica ISO, esa semana ya pertenece a 2026, aunque empiece en diciembre.

Pero hay un detalle más que hace a este año especial: 2026 tendrá 53 semanas ISO, en lugar de las habituales 52. El motivo es matemático. El año calendario tiene 365 días (366 si es bisiesto) y las semanas ISO son bloques exactos de siete días (364 en total). Ese día “sobrante” se va acumulando hasta que, cada cinco o seis años, el sistema necesita sumar una semana 53 para volver a alinearse.

En la práctica, este ajuste tiene efectos concretos. Presupuestos semanales, cierres contables, reportes financieros, comparaciones interanuales y grillas editoriales suelen estar armadas en semanas ISO. No contemplar una semana extra puede generar diferencias que no responden al negocio ni a la economía, sino simplemente al calendario.Así que ya sabés: el 2026 arranca el próximo lunes, al menos, bajo el estándar ISO y nos tocará “agarrar la pala” una semana más.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.