El presidente Alberto Fernández habilitó ayer, decreto mediante, el tratamiento durante el período de sesiones extraordinarias, que culmina el 28 de febrero, del proyecto de ley impulsado por el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa que sube a $150.000 el piso de Ganancias. Sin embargo, por reglamento, el texto recién podrá ser votado en marzo.
Pese a que la promesa del tigrense había sido que el texto sería sancionado antes de que el calendario marque marzo, el proyecto que busca eximir a más de un millón de trabajadores del pago de Ganancias deberá esperar hasta el mes que viene para ser tratado en el recinto.
Es que, por un lado, en la Cámara baja ya venció el protocolo que regula las sesiones mixtas. Es decir, hasta tanto no haya un acuerdo entre los jefes de bloque sobre la dinámica de las sesiones en tiempos de Distanciamiento Social, Diputados no puede sesionar, ni sus comisiones dictaminar. Simplemente, pueden mantener reuniones informativas, que podrían comenzar a producirse la semana que viene, con la presencia de referentes del Ejecutivo.
Pero a esto se le suma una cuestión reglamentaria: durante el período de sesiones extraordinarias, sólo se pueden aprobar proyectos que hayan sido dictaminados por lo menos diez días antes de su finalización. Ayer, casualmente, cuando se conocía el decreto de Fernández, faltaba exactamente eso para que finalice el período de extraordinarias. Y el proyecto de Massa lejos está de haber sido dictaminado.
Conclusión: la iniciativa podrá tratarse recién en marzo.
Planificada o no, esta demora le permitirá al Presidente hacerse del proyecto de Massa para hacerle un guiño a la "desencantada" clase media el primero de marzo, cuando se haga presente en el Congreso y dé su discurso durante la inauguración del periodo de sesiones ordinarias.
Un anticipo de esta jugada , en medio de un año electoral, lo dio ayer el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, cuando tuiteó: "De aprobarse (el proyecto), empezamos a reparar el poder adquisitivo de un sector al que Macri le mintió y luego destruyó: la clase media".
Más allá de la chicana al macrismo, apenas se conoció el decreto de Fernández, Juntos por el Cambio, que ya dejó en claro que acompañará la medida, salió insistir con las sugerencias que hará durante el tratamiento en comisión. Por un lado, la bancada insistirá para que los autónomos también se vean beneficiados con la ley. Es que, estos trabajadores ya se encuentran alcanzados por Ganancias y su mínimo no imponible se ubica unos $25 mil abajo.
"De aprobarse tal cual está el proyecto del oficialismo, que no prevé ningún beneficio para los autónomos, ampliará esa brecha entre ambos tipos de contribuyentes generando una desigualdad aún mayor, ya que los empleados recién se encontrarán sujetos al impuesto cuando obtengan un ingreso de $150.000 brutos, y los autónomos seguirán en la misma situación", explicaron desde Juntos por el Cambio.
Sobre este punto, según pudo saber El Cronista, el oficialismo prevé mandar otra iniciativa "más adelante" que atienda este reclamo.
Por otro, JxC propondrá que la actualización del impuesto sea a través del IPC y no del Ripte, como se viene aplicando. Es que, argumentan, el Ripte "casi siempre" queda por detrás de la inflación, lo que habría generado un desfasaje que afectó la progresividad del impuesto.