A horas de que se cumpla un mes desde el inicio del conflicto, los paros en las fábricas de neumáticos ya afectaron a las automotrices. Este lunes, Renault y Nissan debieron interrumpir actividad en Santa Isabel, Córdoba, por falta de cubiertas. No es un freno completo, sino focalizado en la línea de montaje de pick-ups, que fabrica la Alaskan, del rombo, y la Frontier, de su aliada japonesa. La decisión afecta a unos 1000 operarios, calculó la filial Córdoba de Smata, el sindicato de mecánicos. Las empresas esperan reactivar la línea el miércoles.
Las tres fábricas de neumáticos del país -Bridgestone, Pirelli y Fate- abastecen a la mayoría de los modelos que se producen en la Argentina. Estas empresas mantienen desde el 17 de mayo una puja con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) por la revisión de la paritaria actual. La pulseada acumulará este jueves su sexto paro total desde que estalló el conflicto, esta vez, con movilización del gremio hacia la Plaza de Mayo.
El gremio rechaza la última oferta que presentaron las fábricas: 66% de aumento -16 puntos por encima de lo previsto para el período julio 2021 a junio 2022- y el pago de un bono anual, sujeto a límites y condiciones de presentismo, para quienes trabajen fines de semana. Para el Sutna, el porcentaje de ajuste es insuficiente frente a la inflación acumulada en el período y es intransigente en el reclamo de cobrar las horas trabajadas en sábado y domingo al 200 por ciento.
La Cámara de la Industria del Neumático (CIN) explicó que esto elevaría 15% sus costos en forma permanente. Hace 10 días, advirtió que, de prolongarse, el conflicto provocaría desabastecimiento de cubiertas y, en consecuencia, un freno a la fabricación de vehículos. También la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) alertó sobre esto, en una carta en la que le rogó al Ministro de Trabajo, Claudio Moroni, que resolviera el conflicto.
Durante el último mes, las automotrices exigieron al máximo sus stocks de seguridad, que era de 10 días, en el mejor de los casos. La planta de pick-ups de Renault y Nissan es la primera que debió pisar el freno. Pero otras terminales están al límite de tomar una decisión similar. Entre ellas, al menos dos de las de mayor volumen de producción y exportaciones.