El presidente Alberto Fernández anunció este jueves la puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que saldrá desde las entrañas de Vaca Muerta hasta la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, su construcción no empezará hasta mediados de agosto. En tiempo récord, el Gobierno espera tenerlo listo para mayo de 2023.
Si lo consigue, la ampliación de la capacidad de transporte permitirá sustituir con producción local de gas natural las importaciones de Bolivia, gas licuado por barcos y combustibles líquidos para la generación de energía eléctrica.
La primera etapa del Plan Transport.Ar, formada por el gasoducto de Tratayén (Neuquén) a Salliqueló (Buenos Aires) junto a otras obras complementarias tendrá un costo de 1566 millones de dólares y habilita la evacuación de unos 24 millones de m3 diarios (MMm3/d). Solo el "Néstor Kirchner" libera 11 MMm3/d.
Esta etapa serviría para sustituir importaciones por u$s 3440 millones anuales y un ahorro fiscal equivalente en pesos a u$s 3080 millones, si se proyecta el costo al que compró gas licuado recientemente la Argentina (8 barcos por un promedio de 39 dólares el millón de BTU).
Integración Energética Argentina (Ieasa, ex Enarsa) está a la espera de lanzar la licitación de la construcción y montaje del gasoducto de Vaca Muerta. Se estima que podría abrirse en los próximos días y la adjudicación recién será hacia fines de este segundo trimestre del año.
En tanto, la construcción del gasoducto empezará en agosto. Los caños los entregará Techint a través de su subsidiaria Siat Tenaris entre agosto y enero de 2023, con un costo cercano a los u$s 600 millones. La propia Techint compite con Sacde para montar la obra civil.
El mandatario estuvo rodeado por los gobernadores de Neuquén y Buenos Aires, Omar Gutiérrez y Axel Kicillof; el secretario de Energía, Darío Martínez; y el presidente de YPF, Pablo González.
En Loma Campana, yacimiento estrella de YPF en Vaca Muerta, el Gobierno recordó los 10 años de renacionalización del 51% de las acciones de la petrolera, que se cumplieron el fin de semana pasado, y celebró el contraste con la gestión privada de Repsol.
Martínez planteó que el nuevo gasoducto "permitirá aumentar significativamente la oferta de gas en el país, para el confort de millones de argentinos, para abastecer del fluido a una industria nacional en desarrollo, para generar energía eléctrica en nuestras centrales térmicas, y para fomentar la utilización de GNC como combustible automotor".