El pedido llegó de arriba, de muy arriba. A las pocas horas, ya figuraba en la agenda del Senado para que la comisión de Presupuesto lo trate hoy mismo. Se trata del Consenso Fiscal que firmaron 19 gobernadores y el presidente Alberto Fernández en diciembre del año pasado y que, desde entonces, duerme el sueño de los justos en el Senado.
De manera intempestiva, y mientras Diputados sesionaba para que el cuerpo aceptara la renuncia a Sergio Massa para recalar hoy mismo en el Ministerio de Economía, los gobernadores apuraron una herramienta para blindarse de los ajustes que, prevén, podría hacer el tigrense. "Guarda que el ajuste no recaiga solo sobre las provincias", alertó un senador de la oposición, en la previa a los anuncios de Massa.
El primer round entre Sergio Massa y los gobernadores fue para los segundos. Lograron mantener a Juan Manzur, fiel defensor de sus intereses, en la jefatura de Gabinete. Ese lugar estaba en la mira del tigrense, pero debió conformarse con el Ministerio de Economía. Para que no parezca menos, trascendió que su círculo empezó a llamarlo "Superministerio".
A Massa, los gobernadores no lo ven como propio: le desconfían. Temen que el ajuste que emane de su cartera los afecte a ellos. En la recta final de lo que será un año electoral, un recorte en las transferencias a las provincias podría resultar letal para sus planes.
En este contexto se explica un pie en el acelerador para desempolvar un proyecto que más de un senador pensó que ya había pasado por el recinto. Es que sonó con fuerza porque fue uno de los temas que incluyó Alberto Fernández para tratar en el período de sesiones extraordinarias (enero y febrero de este año). Pero jamás avanzó.
Con la sanción del Consenso, los gobernadores no se podrán escudar de recortes en transferencias, pero les da un mayor margen fiscal. En otras palabras, quedan habilitados a subir impuestos como Ingresos Brutos y el Impuesto a los Sellos. En otras palabras, lo que dejen de percibir por transferencias nacionales, lo podrán compensar aumentando la carga impositiva local.
El tema, que había quedado en el olvido, fue reflotado ayer a pedido de la titular del Senado, Cristina Kirchner. Mientras que los diputados le aceptaban la jura a Massa, se definió que la comisión de Presupuesto y Hacienda lo trataría a las 18. Horas después, lo adelantaron para las 12.30, para que no se superponga con la jura de Massa como "superministro".
Por las dudas, el tigrense dejó a su ladera Cecilia Moreau al frente de la Cámara de Diputados para que resguarde sus intereses. Por allí deberá pasar el Consenso Fiscal una vez que sea aprobado en el Senado, pero también, allí desembarcarán las leyes que Massa necesite como Ministro.
Por lo pronto, los gobernadores se atrincheraron en el Senado para resistir cualquier medida que ponga en peligro sus aspiraciones electorales.