El Gobierno estimó en el proyecto de Presupuesto que envió y logró aprobar en el Congreso que el 2021 tendrá un déficit fiscal primario -aquel que no contempla el pago de intereses de deuda- de 4,5% del PBI, es decir una meta que supone una baja significativa respecto del 6,5% del PBI del 2020, afectado por una pandemia que agravó el parate productivo y la inestabilidad cambiaria heredada de la gestión de Mauricio Macri. Aunque menor que el rojo del 2020, la meta para 2021 está sin embargo lejos del virtual equilibrio con el que cerró su gestión el anterior gobierno, también en este caso sin contar el pago de servicios de la deuda.
Según Ecolatina esa meta de déficit primario es "alcanzable", pero supone un recorte que deberá convivir con una elevada emisión monetaria, por lo cual la consultora anticipa que la inestabilidad cambiara se mantendrá durante el año electoral.
Aun con esas consideraciones, el documento señala que la meta de rojo primario no podrá alcanzarse con recortes generalizados del gasto en todos los rubros, sino que existen áreas en las que se podrá recortar más y en otras menos. Entre los rubros con menos margen para recortar, la consultora señala los ítems Jubilaciones y pensiones, subsidios económicos y obra pública. Mientras que la eliminación de una parte importante del paquete anti-COVID y la mejora de la recaudación que provocará la reactivación de la actividad ayudarán más a lograr el ahorro deseado.
De acuerdo a los cálculos de Ecolatina, el ahorro en jubilaciones será cercano a 0,5% del PBI en 2021. En relación a subsidios, para que el gasto en función del PBI no crezca más que el 2,6% de 2020, las tarifas deberían aumentar 40%, lo que es "valor que está muy lejos de las intenciones de una parte del oficialismo -en un año electoral-," por lo que "el ahorro no vendría por este lado".
Según la consultora la obra pública tampoco ofrece mucho margen para recortar, ya que en 2020 cayó 15% en términos reales por efecto de la pandemia. "Considerando su importante impacto sobre el nivel de empleo y sus eslabonamientos hacia atrás y adelante, además de su consumo acotado de divisas, es probable que la obra pública se recupere en 2021", dice el trabajo y concluye: "Por lo tanto, el ajuste tampoco llegaría por acá".
Para Ecolatina el gasto COVID es un gran candidato para sufrir recortes en 2021. "Durante el año pasado, estas erogaciones representaron 2,5% del PBI. Aunque es probable que algo de la ayuda se mantenga en los próximos meses, la misma sería mucho más focalizada y acotada que en 2020, de modo que su incidencia sobre el PBI también lo será", explica.
"Además de estos recortes, la recaudación crecería en términos reales durante este año. Por un lado, porque la mejora en el precio de los commodities más algunas exportaciones que quedaron pospuestas en 2020 producto de la elevada brecha y expectativas de devaluación ayudarían a los ingresos fiscales vía retenciones (+0,4% del PBI). Por otro, porque la recuperación de la actividad -mayor a menor impacto del COVID- también impulsará los tributos asociados al consumo y a la masa salarial (IVA y seguridad social, esencialmente)", señala el trabajo.
"Con estos números, proyectamos un crecimiento de 53,5% i.a. de los ingresos del Sector Público Nacional no Financiero durante este año, que implicaría pasar de 18% del PBI en 2020 a 18,2% en 2021", dice el documento.
"Siguiendo estas proyecciones, se verifica que el rojo primario de 4,5% del PBI aprobado en el Presupuesto es cumplible, especialmente en un impacto de COVID bajo o moderado", agrega. "Pero cumplir la meta -‘autoimpuesta' - no garantizará el éxito: las necesidades de emisión seguirán elevadas, y las Reservas netas seguirán por el piso, de modo que, aún reduciendo el déficit en un año electoral, y aún alcanzando los objetivos del Presupuesto, las tensiones cambiarias podrían reaparecer en 2021", concluye el documento.