Tras anunciar que no pedirá más adelantos transitorios al Banco Central (BCRA) hasta el año que viene, el Ministerio de Economía evalúa solicitarle a la autoridad monetaria el giro de utilidades por hasta $ 400.000 millones hasta diciembre, reportó ayer la agencia Bloomberg.
De formalizarse, este financiamiento monetario se destinaría para cubrir el déficit fiscal primario que no pueda taparse con la toma de deuda en el mercado doméstico entre noviembre y diciembre, meses en los que operan vencimientos que ascienden a $ 700.000 millones, sin contar los compromisos con la institución que preside Miguel Pesce ni con organismos internacionales ni multilaterales.
La cartera de Martín Guzmán avisó que en estos dos meses buscará un financiamiento neto equivalente al 10% de las obligaciones y que cualquier suma por encima de ese umbral se utilizará para cancelar anticipadamente los adelantos transitorios del Central. De esto se desprende que el Tesoro necesitará pesos para financiar el gasto público primario que se origine en el bimestre y que generaría un agujero fiscal adicional de entre 1,5 % y 2% del PBI, según estimaciones del Gobierno en el proyecto de Presupuesto.
De todas maneras, desde Economía no confirmaron ni desmintieron la información de Bloomberg, mientras que desde el Banco Central la negaron y aclararon que la eventual medida, si bien de adoptarse debería partir formalmente de un pedido del Palacio de Hacienda, sería fruto de la "coordinación de la política monetaria".
En lo que va del año, el BCRA transfirió $ 1,2 billones en utilidades al Tesoro, para financiar los gastos de asistencia asociados al parate que significó la cuarentena comenzada en marzo. Fuentes de la autoridad monetaria señalaron que el tope para este año es de $ 1,6 billones, por lo que el remanente coincide con la cifra que informó la agencia de noticias americana.
Hasta septiembre, el déficit fiscal primario equivalió a 4,8% del PBI y según las proyecciones de los analistas terminará el año entre el 7% y el 8% del producto, que ante la imposibilidad de tomar deuda en el mercado financiero internacional debió cubrirse casi en su totalidad con emisión monetaria.