La relativa mejora de la producción industrial y de la economía en general, que marcan diversas mediciones oficiales, al menos por el momento no se traducen en un incremento del consumo, más bien todo lo contrario.
Las ventas de productos de consumo masivo (alimentos, bebidas, higiene y limpieza) en supermercados y autoservicios independientes registraron en febrero un retroceso de 8,4% en la comparación con el mismo mes de 2019, justo antes de la irrupción del Covid-19 y la declaración de la cuarentena generalizada.
Tras la baja interanual de 0,6% en enero, el consumo acumula una contracción de 4,5% en el primer bimestre del año, y ya enlaza 10 meses seguidos con caída año contra año.
Así lo revela un informe de la consultora Scentia difundido hoy. Sorprende la profundidad de la caída, que de hecho, es la mayor registrada desde septiembre de 2019, nada menos que 17 meses.
"Si bien sabíamos que la comparación de este febrero sería con un día menos que el año pasado (el peso de cada día es aproximadamente de 3 puntos), de todos modos, el resultado fue algo más negativo de lo que podíamos pensar", señala Osvaldo Del Río, director general de Scentia.
El analista explica que "la variación intermensual fue de -8,4%, por lo tanto, sin los 3 puntos que estaría aportando el día de más de 2020, de todos modos, hubiese sido un mes malo".
En el conjunto de canales (cadenas más autoservicios) se observa un retroceso más marcado en el interior del país (-11,7%) y menor en el Área Metropolitana Buenos Aires (-3,4%), sostiene el informe que se realizó sobre un universo de 21.800 puntos de venta de todo el país.
Donde sí se advierten diferencias mayores es la segmentación por canales de comercialización. Mientras los supermercados registraron a nivel país un incremento del 0,3%, los autoservicios independientes retrocedieron -15%. Y en estos casos también el interior, peor que el AMBA.
"Parte de esta diferencia entre canales se puede explicar en el precio y el crecimiento en el gap de esta variable", afirma Del Río. En su mirada, aquí inciden "la ampliación del programa de Precios Cuidados", que duplica la cantidad de productos respecto al listado de principios de 2020, y la "continuidad de precios máximos".
En este sentido, puede leerse también la suba del precio ponderado promedio, luego de 11 meses consecutivos de baja. Mientras las ventas en valores crecieron en febrero 24,2% en la comparación interanual, en precios esa variación llegó al 35,5%. Y en parte, esto se explica por la aceleración inflacionaria.