El Gobierno confirmó la convocatoria a las entidades gremiales y principales cámaras empresarias para comenzar a discutir un acuerdo de precios y salarios que brinde un horizonte de expectativas en términos de incrementos de costos y remuneraciones, en un contexto de posible espiral inflacionaria.
En la apuesta de anclar expectativas y garantizar el cumplimiento de la pauta de inflación presupuestaria del 29% fijada en el Presupuesto 2021, la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca Bocco, confirmó que "se va a convocar la semana que viene tanto a los trabajadores como a los empresarios" para "compartirles nuestra metodología de trabajo" y así llamarlos a "hacer un esfuerzo para converger las variables de precios, salarios y gastos" a tono con la proyección de ingresos y egresos del Ejecutivo nacional.
En efecto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dio el visto bueno para avanzar en una convocatoria a empresarios y a la CGT con el propósito de acordar un esquema uniforme de cara a la inminente ronda de paritarias, pero anclando las expectativas inflacionarias prácticamente 20 puntos por debajo de las proyecciones privadas, que estiman un aumento de precios en torno al 50% para diciembre próximo.
El Gobierno apresuró la convocatoria tras detectar que la inflación de enero habría cerrado en torno al 4%, con alzas monumentales en alimentos frescos. La aceleración de los precios se llevó parte de la discusión del gabinete económico que este miércoles sesionó en la Casa Rosada.
La estrategia oficial contempla la posibilidad de avanzar con acuerdos salariales de corto plazo, trimestrales o semestrales, con aumentos bajo el formato de suma fija no remunerativa, similar a los que rigieron hasta ahora en la paritaria mercantil, que representa a 1,2 millones de trabajadores registrados.
La concreción de este mecanismo, sin embargo, dependerá del acuerdo con otros gremios con peso, como los bancarios o los transportistas, estén estos afiliados a UTA, Metrodelegados, Aeronáuticos o Camioneros. Al respecto, ayer acudieron a ver al Presidente a su despacho Hugo y Pablo Moyano, luego de que lo hiciera el titular de la CGT, Héctor Daer.
Desde la CGT, fuentes consultadas por El Cronista ya anticiparon su intención de acompañar la propuesta del Gobierno de un plan antiinflacionario, pero ratificaron su rechazo a cualquier mecanismo que vulnere su reclamo de paritarias libres.
La estrategia oficial contempla la posibilidad de avanzar con acuerdos salariales de corto plazo, trimestrales o semestrales, con aumentos bajo el formato de suma fija no remunerativa, similar a los que rigieron hasta ahora en la paritaria mercantil, que representa a 1,2 millones de trabajadores registrados.
En esa línea, los sindicalistas suponen que podría ser factible la alternativa de paritarias cortas, pero desestiman cualquier posibilidad de firmar acuerdos anuales con un tope para los aumentos si no obtienen garantías de actualización salarial en caso de una aceleración de la inflación.
Este miércoles, Todesca aseguró que el Gobierno no propondrá "topes" sobre la discusión de los convenios colectivos de trabajo, aunque dejó entrever que, bajo los supuestos del Presupuesto, los salarios reales deberían crecer "en torno de los 3 y 4 puntos" por encima de la inflación oficial (29%, lo que lleva a alzas del 33%). De lo contrario, estimó que "será muy difícil que se recupere la economía porque el 70% del PBI es el consumo".
Por su parte, desde el sector empresario esperan sumar otros temas a la discusión para garantizar la creación de empleo. En la reunión de directorio de la UIA, de anteayer, el mercado laboral fue uno de los ejes. "Medidas como la prohibición de despidos y suspensiones o el régimen de doble indemnización no apuntan en esa dirección", insistieron.