La tendencia del comercio exterior se mantiene inalterable desde hace meses pero sumó en julio una relativa mejora en el monto de las exportaciones. Una buena noticia en el mar de incertidumbre en el contexto de la pandemia de Covid-19.
El mes pasado las ventas externas llegaron a u$s 4903 millones y las importaciones terminaron en u$s 3427 millones, por lo que la balanza comercial sumó u$s 1476 millones al superávit.
Así, en los primeros siete meses del año el saldo positivo de la balanza comercial se ubicó en u$s 9573 millones, y consolida un superávit que según los analistas se ubicará a fin de año en torno a los u$s 18.000 millones.
Pero el dato saliente es que en julio se registró un avance de 2,4% en las exportaciones en relación a junio, aunque en la comparación con julio de 2019 se observa una caída del 16,3%.
Por su parte, las importaciones crecieron un 3,8% en relación al mes precedente, lo que podría indicar una incipiente recuperación de la actividad económica en el país, aunque hay que recordar que esa mejora se da desde niveles muy bajos. De este modo, observando los últimos doce meses se advierte un desplome del 30,1% en términos interanuales.
Un aspecto a tener en cuenta es que el intercambio comercial, esto es la suma de exportaciones más importaciones, llegó a u$s 8330 millones, una contracción de u$S 22,6 millones.
China se mantiene como el principal socio comercial, relegando a a Brasil al segundo puesto, una tendencia que ya venía observándose en los últimos meses. En parte esto responde a la menor demanda de ese país que atraviesa dificultades económicas, en las que también incide el impacto negativo de la pandemia de coronavirus en el vecino país.