Southbat, la marca fabricada en Córdobacon madera de guayaibí, que solo se consigue en el Parque Chaqueño, está a punto de firmar un acuerdo con uno de los principales jugadores extranjeros de aquella liga utilice sus productos. Según le confirmó a El Cronista el titular de la compañía, Luis Cabrera, esto podría darle un impulso a su producción que, incluso, tiene en sus planes mudar parte de su fábrica a territorio estadounidense y sumar otros tipos de madera a su portfolio de bates.
El proyecto comenzó en 2009 y con una investigación de mercado de por medio para analizar la viabilidad del proyecto. Primero tomó la forma de fideicomiso de inversión con la intención de ver si podía funcionar, luego se transformó en una cooperativa con la queiniciaron la fabricación en Formosa y Chaco. En ese territorio crece la madera guayaibí, más flexible que las que comúnmente se utilizan para producir los bates, como la de arce (maple) y fresno (ash). Recientemente mudaron la fábrica a Córdoba, donde cambiaron su razón social a Bulonfer SA.
En aquel entonces, el mercado era, y aún continúa siendo, demasiado pequeño, por lo que la mayor parte de la producción se exporta. Colombia y Panamá son los principales destinos, aunque también realizan envíos a Brasil, Chile, Ecuador, Bolivia y Perú. Con una producción mensual de 2000 bates – y capacidad para fabricar 5000 por mes – solo 500 quedan en el país. “Sponsoreamos a la Liga Argentina (creada en 2017) con 200 bates y vendemos otros 300 a equipos de Salta y Buenos Aires”, cuenta Cabrera desde Miami, donde se asentó hace dos años.
La ciudad de Florida fue elegida como la base de Arnetwork International – nombre de la sociedad que maneja Southbat desde ahí – para operar en ese territorio. Desde ahí manejan un galpón con un stock de 10.000 bates y tienen a California, Texas y Nueva York como los grandes compradores de sus productos. Según un informe de QY Research, el mercado global de bates de béisbol movió cerca de u$s 350 millones en 2017, de los cuales los fabricados con madera representaron el 78,8% con 1,9 millón de unidades comercializadas. Para 2025, se estima que la cifra podría llegar a los u$s 410 millones.
Con esos números en la cabeza, Cabrera está confiado en que lograr el apoyo de un jugador de la MLB será clave para poder abrirse paso entre el público estadounidense. “Nuestra contra por el momento es no tener un jugador fuerte que los promocione, el consumidor de acá es muy ‘marquero’ y te catalogan rápido porque creen que no sabemos de béisbol”, afirma el directivo. Por eso, revela, Southbat está cerca de cerrar un acuerdo con el venezolano Miguel Cabrera, figura de los Detroit Tigers y campeón de la Serie Mundial en 2003 con Florida Marlins. “Es el socio ideal para promocionarlo porque es uno de los mejores bateadores del momento. Su apoyo nos permitirá ingresar a la liga”, explica.
Por el momento todos los productos son realizados en la Argentina, sin embargo, la compañía planea mudar una línea a los Estados Unidos para realizar las terminaciones y hacerlo más accesible para ese mercado. Uno de los proyectos es invertir en un torno de control numérico – cada uno tiene un valor de u$s 55.000 -, además de comprar madera de arce para conquistar al público yanqui, que está más acostumbrado a utilizarlo.
Entre la Argentina y sus negocios en el exterior, Arnetwork factura aproximadamente u$s 750.000 y realiza sus ventas de forma directa o a través de Ryve, la plataforma online de distribución que fundó hace unos años. En los Estados Unidos cada bate cuesta entre u$s 90 y u$s 120, mientras que en el país se comercializan a u$s 45 por unidad.