Tras una semana en Estados Unidos, Martín Guzmán emprende esta noche el regreso a Buenos Aires con el aval del Fondo en el análisis de los problemas de la economía argentina pero el rechazo a los planes de un sector del Frente de Todos de extender los plazos para un acuerdo de 10 a 20 años.
"Estamos dando pasos importantes hacia el objetivo de tener un programa que nos permita refinanciar los u$s 45.000 millones" de deuda, escribió Guzmán en Twitter tras el final de su gira. Mientras estaba en Estados Unidos, Cristina Fernández le reclamó "un gestito" al FMI para que extender los plazos del acuerdo pero el Fondo ratificó sus reglas.
Guzmán se vio con la directora gerente Kristalina Georgieva el martes y las reuniones técnicas con el staff del organismo siguieron hasta este mediodía en Washington DC, donde Guzmán y el representante por Argentina y el Cono Sur, Sergio Chodos, trabajaron con la vicedirectora para el Hemisferio Occidental, Julie Kozack.
"Las autoridades argentinas y el equipo del FMI avanzaron en la definición de algunos principios clave que podrían sustentar un programa económico para ayudar a abordar los desafíos de Argentina a corto y mediano plazo", planteó el staff del Fondo, a cargo de Luis Cubeddu y Kozack, en un comunicado. Esos ejes marcan una macroeconomía sustentable y salvaguardar la recuperación post-COVID en curso.
"Hubo acuerdo en que la inflación es un fenómeno multicausal y que reducirla requiere políticas macroeconómicas consistentes y esfuerzos de coordinación para ayudar a anclar las expectativas", remarcó el balance de Kozack y Cubeddu. "Esta definición marca un cambio radical respecto a la filosofía del programa SBA (Stand By Agreement) diseñado por Juntos por el Cambio, según el cual la inflación se combatía exclusivamente vía política monetaria contractiva. Resultado: aumento brutal del costo del crédito y aumento de la inflación", aclaró Guzmán. Es decir, el Fondo no presionará exclusivamente por bajar la emisión monetaria.
Las declaraciones de coincidencia marcan a dónde llegar, con escaso detalle sobre el cómo. El Fondo destacó que se debe impulsar las exportaciones con agregación de valor y la productividad para acumular reservas internacionales, tener mejores condiciones para hacer frente a los shocks externos y apuntalar el crecimiento "por un incremento en la inversión privada". Guzmán escribió: "Debemos abordar este desafío sobre la base de políticas de Estado".
A eso le sumaron desde el FMI que "el desarrollo continuo del mercado de capitales nacional sería fundamental para que Argentina financie de manera sostenible las inversiones necesarias y fortalezca su resiliencia macroeconómica". Guzmán planteó: "mejorar la capacidad de ahorro en activos en nuestra moneda es fundamental para financiar las inversiones para el desarrollo y resolver el problema del bimonetarismo". Pero para los analistas, se necesitan dar señales sobre la inflación y las tasas para que este desarrollo ocurra.
Las dos partes señalaron que seguirán trabajando. Para los operadores del mercado quedaron dudas y malas señales. "No se definió cuáles serán los plazos para llegar a un acuerdo. En el medio, las declaraciones de Cristina hicieron que caigan los bonos y se dispare el riesgo país", remarcó un operador. Para los fondos de inversión que se reunieron con Guzmán en Nueva York el viernes, el ministro y su fiscalismo son una garantía, pero le temen al riesgo político. "No importa cuándo sea el acuerdo, lo importa son las señales", advirtió uno de los representantes de Fondos que tiene bonos argentinos y participó del canje de deuda.
Otros operadores del mercado sostuvieron que el Gobierno no logró todas las reuniones que pretendía. Uno de los casos fue la reunión con el Departamento del Tesoro a cargo de Janet Yellen, que se realizó con "tres funcionarios importantes" pero no de la cúpula. La coincidencia general de quienes están en contacto con las negociaciones es que "ni el Fondo ni el Club de París quiere que la Argentina entre en default". El próximo paso para Guzmán será seguir la gira por los países europeos, con fechas a definir en medio de un recrudecimiento de los casos de Covid-19.
PATRICIA VALLI - Subeditora de Economía y Política