Finalmente, la harina de soja argentina, el principal producto de exportación del país, obtuvo la luz verde de China para acceder a ese gigantesco mercado.
Así lo informó Presidencia de la Nación, desde donde calificaron como "histórico" al acuerdo logrado en el marco de 20 años de negociaciones, que se intensificaron en el último año y medio durante las distintas rondas de visitas bilaterales que se relizaron.
El anuncio se produce luego de que a fines de agosto con la visita de inspectores de la aduana china al polo agroexportador de Rosario, donde se concentra la mayoría de las plantas procesadoras de soja.
Este acuerdo, destacó la administración de Mauricio Macri, representa para Argentina "una gran oportunidad de ingreso al mayor mercado consumidor mundial de proteína vegetal para alimentación del sector ganadero".
Argentina es el mayor exportador de harina y aceite de soja del mundo y el tercero en soja sin procesar.
El año pasado, los principales destinos para la harina de soja local fueron Vietnam e Indonesia.
Para 2019, se estima exportar en total 26 millones de toneladas de harina de soja, 6,5 millones de aceite de soja, y 8,5 millones de toneladas de poroto sin procesar.
En lo que va del año, ya se llevan procesadas casi 25 millones de toneladas de soja, que representa un 80% del uso total de la oleaginosa, y un valor FOB de u$s 7400 millones.
Además, el complejo sojero emplea 345.000 personas, que equivale al 16% de la mano de obra de la agroindustria nacional.
Por su parte, China cuenta con más de 500 millones de cabezas entre porcinos, a pesar de los problemas que enfrenta desde hace meses por la gripe porcina africana, y de bovinos, por lo que su demanda.
Desde la industria procesadora de soja celebraron la habilitación, que era largamente esperada y estaba al caer luego de que a fines de agosto terminó la inspección de funcionarios de la aduana china a las plantas de Rosario.
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, explicó a El Cronista que aún se tiene por delante un proceso largo, "de unos 5 meses aproximadamente".
Eso porque a la firma del protocolo para certificar embarques de ahora, le seguirá la habilitación formal de las plantas por parte de China, el mes próximo; y el registro de productos en el Ministerio de Agricultura en el mercado asiático.
China nunca importó harina de soja, pero consume de manera anual 70 millones de toneladas, por lo que el horizonte que se abre al producto local es inmenso.
Según previos cálculos privados, China estaría en condiciones de adquirir unas 5 millones de toneladas de harina de soja argentina al año, por un valor en torno a los u$s 1500 millones, según el actual valor FOB oficial del producto.
En medio de las negociaciones, las empresas habían enfatizado que la harina de soja era el único producto local que podía ayudar al país a achicar el déficit comercial que mantiene desde hace años con China, del orden de los u$s 8000 millones por año.
En el acumulado de 2019, Argentina exportó a China 4,3 millones de toneladas de poroto sin procesar, lo que representó el 80% de las exportaciones del producto, y 163.954 toneladas de aceites de soja, el 4% del total embarco al mundo.
Si bien festejaron el visto bueno, ahora deberá esperarse unos meses para la concresión de negocios. Se espera que los primeros embarques fuertes puedan darse a partir de los primeros meses de 2020.
El Gobierno celebró el acuerdo y destacó que se consiguió con el trabajo conjunto de los Ministerios de Agricultura; y de Relaciones Exteriores y Culto; la embajada argentina en China, y el Senasa.
El anuncio será formalizado este miércoles por el ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, y el embajador de China en la Argentina, Zou Xiaoli, en la cartera agrícola.
"Estamos muy contentos con este nuevo anuncio que confirma que la Argentina volvió a insertarse en el mundo, porque el mundo confía en nuestras políticas de comercio exterior y en la provisión de alimentos de alta calidad", resaltó Etchevehere. Y abundó que China "es nuestro principal socio comercial después de la Unión Europea".