Para el Gobierno una de las aristas de la reconstrucción económica pospandemia será la construcción, impulsada por la obra pública. Días atrás, el ministro de la Nación de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, afirmó que hace seis meses hay señales de recuperación en el sector y que "el empleo está creciendo a nivel prepandémico", ¿Comparten esta visión desde el sector?
La actividad de la construcción en 2020 sufrió una caída del 27,8%, de acuerdo al último dato de noviembre del Estimador mensual de actividad económica (EMAE) del INDEC. Sin embargo, desde mayo las cifras comenzaron a recuperarse: "En el sector de la construcción los eslabones son muy distintos entre sí. Hay una gran diferencia entre la venta de materiales, que se reactivó muy rápido, y de la actividad de construcción que no fue declarada esencial y recién comenzó en septiembre", explicó Pablo Lara, director de ESTRATECO.
Si se descuentan problemas puntuales como el cierre de la economía que hubo entre marzo y agosto, el economista y director de la consultora proyectó que el escenario de rebote será inferior a la caída y se estima una recuperación de la actividad para 2021 en torno al 18%, dos tercios de lo perdido por la pandemia.
Por ejemplo, el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC), que mide los despachos de insumos de obra de todos los sectores, incluido el petrolero, en noviembre marcó una mejora de 7,2% mensual. Es la sexta suba consecutiva y, de esta manera, quedó un 17% de las cifras justo hace un año, último período previo al inicio de la cuarentena.
"La tendencia que traccionó la venta de materiales fueron las reformas en viviendas y ampliaciones por la cuarentena, que son ejecutadas por cuentapropismo y a través de contrataciones de albañiles, pintores, arquitectos, pero no con empresas y muchas veces de manera informal", agregó Lara.
Además, el índice Construya que mide también los despachos -pero de insumos solo para obras residenciales- en diciembre capturó aún más el salto de la demanda de las familias y tuvo un aumento interanual del 18,1%. En esta línea, en 2020, con un alza de 38,3% interanual, se lograron récords históricos de venta de cemento en bolsa, que se utiliza para obras pequeñas como refacciones y ampliaciones.
No sólo los cambios de hábitos de consumo presionaron en el aumento de compra de materiales de construcciones, por ejemplo durante el verano para la construcción de piletas, sino que el costo de construcción en dólares es bajo, dado que los costos de producción están asociados a la economía local, en pesos y avanzan más despacio frente a la evolución del dólar.
El presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, Darío López, confirmó que están aumentando las averiguaciones en el mercado inmobiliario: "a pesar de que sigue la pandemia, el mercado se empezó a mover. Hay cierres de operaciones de remanentes en obras terminadas e inversiones en el pozo en fideicomisos, al costo".
El 95,7% de las empresas de construcción son pymes:
Si se tiene en cuenta la definición de PyMe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) que clasifica como microempresas a aquellas que tienen hasta 10 empleados y como pequeñas empresas a las que tienen entre 11 y 50, de acuerdo a datos a los que accedió El Cronista del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) un 76, 5% de las empresas tienen hasta nueve empleados, un 11,4% entre 10 y 19, y un 7,8% entre 20 y 49.
De acuerdo a la Confederación de pymes constructoras, que es parte de la CAME, y nuclea a entidades de Salta, Tucumán, Jujuy, Misiones, Corrientes, Chaco, Mendoza, San Juan, Provincia de Buenos Aires y Santa Fé, para la gran mayoría de las empresas constructoras de nuestro país, que son pymes, la recuperación del sector todavía "es muy incipiente", explicó Carlos Villanueva, miembro del directorio.
Villanueva alertó que desde 2019 las empresas tuvieron una caída de cobros porque "las provincias y el Estado nacional dejaron de pagar los certificados por problemas de financiamiento. Por eso entramos al 2020 con deudas grandísimas por obras ejecutadas y no abonadas".
Esta situación, potenciada por la pandemia, generó que sus balances actuales y posiciones económicas e impositivas impidan la participación de pymes en licitaciones de obras públicas, "para la reactivación se deberían adaptar los pliegos a las realidades de hoy de las pymes", concluyó Villanueva.