Luego del anuncio disciplina fiscal que encabezó la ministra de Economía, Silvina Batakis, y mientras sectores sociales alineados con la vicepresidenta Cristina Fernández insistían en el reclamo por el Salario Universal, el ojo de Saurón se posó sobre la obra pública.
Constructores temen que el mayor rigor presupuestario atente, sobre todo, contra nuevos proyectos, y están en alerta por los pagos próximos para las obras en curso. Todo mientras el Ministerio de Obra Pública asegura que mantendrá altos niveles de ejecución en lo que queda del año.
Dos de los tres anuncios de ajuste presupuestario pueden impactar en la obra pública. El primero y más concreto es el de que las distintas dependencias no podrán gastar, mensualmente, más de lo que hay en la caja, sea por recaudación o financiamiento. Esto provocará, según los analistas, una "competencia" entre ministerios para ver cuál tiene más urgencia de contar con el escaso efectivo disponible.
"Es un gran desafío, ya que requiere de una acción microeconómica significativa y va a surgir una puja lógica de los distintos ministerios por tener más caja, por ende más capacidad de gasto. Cada ministerio va a buscar posicionar a su tarea, como la más prioritaria", evaluó Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Pero por otro lado, porque con el sistema de administración de "caja única", Batakis busca controlar fondos que hoy disponen organismos descentralizados, como fondos fiduciarios, y que también pueden impactar en la administración de caja para obras de esos entes, o de municipios y provincias que reciben fondos por anticipado.
"El temor lo tenemos"
"Si tengo que pensar por lo que ha pasado históricamente en la Argentina, lo primero que cortan, que es lo más fácil, es la obra pública", dijo Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). "El temor lo tenemos, esperemos ver los próximos días cómo se desenvuelven los pagos. Pero tenemos un temor importante de que empiecen por nosotros", añadió.
La cámara teme a que pueda restringirse la obra nueva, pero también a que se demoren los pagos de certificados de obra, que, según Weiss, "hasta ahora se vienen cobrando muy, muy bien". En tiempos de alta inflación, los cobros rápidos son, para los constructores, un reaseguro frente a la demora de la redeterminación de precios.
El mandamás de otro importante grupo constructor cree que el ajuste al sector tendrá que ver con la obra nueva. "Va a impactar en las próximas licitaciones, para el trabajo de 2023", dijo a El Cronista. "Lo de 2022 ya está todo iniciado y, salvo que demoren los pagos de los certificados, no debería haber una disminución notoria este año", explicó. "Creo que solo habrá licitaciones nuevas si tienen financiamiento de bancos multilaterales o fondos o fideicomisos que no se nutren del Tesoro", finalizó.
En la cartera de Obra Pública indicaron, ante la consulta de este medio, que "está garantizada una buena ejecución" de los trabajos. Gabriel Katopodis llegó a mitad de año con una ejecución presupuestaria del 49,2%. Su Ministerio destaca que, en los dos años previos, la dependencia finalizó con una ejecución del orden del 98%. Esa eficiencia presupuestaria se interpreta como un antídoto para rebatir restricciones por venir.
Katopodis acompañó al presidente Alberto Fernández a Berazategui a poner en marcha la obra en ejecución número 5000 del Gobierno este martes. Fue luego de los anuncios que Batakis efectuó junto con los ministros de Desarrollo Productivo, Agricultura y Turismo, Daniel Scioli, Julián Domínguez y Matías Lammens.
Según un informe oficial, esas 5000 obras en marcha se distribuyen en todas las provincias. Existen, además, "979 proyectos aprobados y en condiciones de comenzar". Las obras viales representan el 23% del total, las de agua y saneamiento, el 37% y las de infraestructura urbana, rural y de cuidado, el 40% restante.
Hasta mayo, la construcción crecía 6,3% anual acumulado, principalmente impulsada por la obra pública. Ese mes, el salto fue del 19,9% anual y del 0,4% mensual, según el Indec. Según datos oficiales, el empleo en el sector saltó 17,9% anual en abril, hasta los 420.608 puestos registrados.
Las expectativas de los constructores relevadas por el Indec marcaban que el 56,6% de los empresarios esperaban una actividad sin cambios y un 31,6% apostaba a una mejora. Queda por ver si el nuevo panorama presupuestario tiene impacto en estas previsiones.