Hace unos años a Valentina Vélez Pachón le diagnosticaron diabetes tipo 1. En ese momento, esta joven comenzó pensar que su sueño era armar un lugar para producir productos, que siendo ricos y apetitosos, no afectaran la glucosa presente en la sangre.
"Siempre fui amante de lo dulce y el no encontrar una oferta suficiente en el mercado, fue el puntapié para comenzar con Chéz Momo, el primer centro de producción de pastelería sin azúcar y sin gluten en Buenos Aires con productos elaborados en un establecimiento registrado libre de gluten", relata Vélez Pachón.
La idea del negocio siempre estuvo latente en su mente y en su corazón, sin embargo, tenía miedo a dar ese primer paso, de aventurarse a emprender, lejos de su trayectoria académica y profesional. Fue Fernando de la Peña, hoy su esposo y socio en la pastelería, quien la impulsó a cumplir su sueño.
En 2017 el objetivo se puso en marcha. Buscó el asesoramiento y la experiencia de Mauro, uno de sus mejores amigos, quien había estudiado y trabajado en una pastelería en Europa.
Estuvieron casi un año, entre pruebas y error, días, noches, días y fines de semanas, buscando pruebas en la cocina de su casa, "era una especie de laboratorio", describe Valentina. Su mayor desafío era lograr resultados similares a la pastelería tradicional en cuanto a sabores, texturas y apetitosidad, pero sin utilizar harinas refinadas, manteca, margarina y azúcar en sus productos. Ese año, comenzó la carrera de cocinero profesional en Mausi Sebess.
El negocio toma forma
Chéz Momo, pastelería sana y creativa, dedicada a la elaboración de productos sin azúcar, sin TACC, sin grasas trans y low carb, se creó en septiembre de 2018. La firma, pionera y especializada en postres, panes, budines y panettone, nació con una inversión inicial de U$S 30.000 en un local de 50 m2 ubicado en el barrio de Palermo. Allí estuvo los dos primeros años.
Sus comienzos no fueron fáciles. Empezó a recorrer diferentes dietéticas y supermercados saludables, llevando muestras y contando sobre los productos. "En pocas ocasiones, tuve suerte que me recibieran y escucharan", dice la emprendedora. No obstante, el "boca a boca" ayudó bastante y al tiempo, se sumaron las primeras dietéticas.
"Si mal no recuerdo, ese primer mes del emprendimiento, dejó $15.000 en mano y todo lo que ingresaba se reinvertía en el negocio", cuenta Vélez Pachón.
Planta propia
En 2019 Fernando de la Peña se incorporó profesionalmente como licenciado en administración de empresas y marketing. En ese momento, empezaron a trabajar de la mano de una directora técnica. Pasó seguido, se mudaron. Actualmente, tienen una planta de producción de 300 m2 en Villa Maipú. Hoy conforman el equipo de trabajo unas 12 personas, entre fijos y contratados.
Sus productos son aptos para personas con diabetes, con celiaquía, para quienes llevan una dieta baja en hidratos de carbono y para todos aquellos que quieran tener una alimentación saludable. Algunos de ellos, son también aptos para personas que no quieren o pueden consumir lácteos y para los que llevan una dieta cetogénica. La empresa cerró el 2022 con una facturación superior a los $100 millones
"Este año hablar de números concretos es una tarea muy difícil. Proyectamos un crecimiento genuino del 20-25% en unidades vendidas para nuestras líneas tradicionales y un 200% de unidades vendidas proyectadas en nuestra línea de postres MOMUS con el desarrollo de nuevos canales de venta de mayor escala", explica Fernando de la Peña, director y socio de la empresa.
Los productos que tienen mayor salida son los panes, postres y budines en ese orden. En cuanto a precios, Vasytos, entre $800 y $830; Postres Momus $440; Panes $1800 y Budines $1700. Todos más IVA. También tienen opciones que además de ser sin azúcar y sin TACC, son sin leche agregada, keto, veganas.
Desde la firma, proyectan ampliar su red de más de 400 puntos de venta y distribuidores en todo el país, seguir creciendo en volumen con su línea de postres Momus y con el resto de los productos y continuar trabajando en procesos, prácticas y procedimientos para avanzar con certificaciones y así alcanzar los niveles en buenas prácticas de manufactura a fin de ingresar a grandes cadenas y nuevos mercados. Próximos a cumplir 5 años en septiembre, "Chéz Momo, te acompaña" y sigue afianzándose en el mercado.