Tras varios amagues en los últimos dos meses, el Gobierno finalmente emitió ayer un decreto que habilita la reapertura de los vuelos de cabotaje con limitaciones y regulaciones pero sin fecha. Pero se espera que a partir de la semana próxima puedan despegar los primeros aviones con destino a unas 18 provincias.
La habilitación es la única certeza que tienen las aéreas que operan en el mercado interno. Ante la falta de un anuncio oficial, Aerolíneas Argentinas, Flybondi y Jetsmart ya reprogramaron la vuelta de sus vuelos regulares a partir del lunes 19 de octubre, justo cuando se cumplen siete meses del decreto oficial que estableció la cuarentena y les prohibió operar. Aún desconocen cuáles será las provincias que abrirán sus aeropuertos así como las frecuencias de vuelos para poder confirmar su cronograma previsto. Estas definiciones podrían darse esta semana.
De acuerdo con el decreto, los vuelos no serán para turismo y sólo estarán habilitados a realizarlos aquellos trabajadores considerados esenciales y quienes tengan que efectuar algún tipo de tratamiento médico. Será la Jefatura de Gabinete la que podrá aplicar excepciones. Incluso, la normativa permite a los gobernadores efectuar algún tipo de objeciones para evitar la llegada de aviones, lo cual también será tenido en cuenta a la hora de autorizar los vuelos.
Según la disposición, que lleva el número 792, se extiende la habilitación del "transporte público interurbano e interjurisdiccional" a los trabajadores esenciales y a aquellos pasajeros que deban ser trasladados por motivos sanitarios, junto con sus acompañantes. De este modo, el titular del Ministerio de Transporte, Mario Meoni, iniciará consultas con los gobernadores para determinar qué destinos estarán habilitados para los viajes. Además de esas consultas, está pendiente la firma de otras resoluciones técnicas y administrativas no sólo del Ministerio sino también de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Las que vuelven
A nivel local, antes de que se desatara la pandemia, las empresas habilitadas para realizar vuelos de cabotaje eran Aerolíneas, Austral, LATAM, Andes, Flybondi, Norwegian y JetSmart, pero ya en junio LATAM decidió cancelar definitivamente su operatoria en el país. El resto volvería con frecuencias reducidas, que irían en aumento con el transcurso de los días. Sin embargo, algunas dudan de la demanda que tendrían con tan escaso tiempo para organizarse a partir del aviso oficial. Y volar con aviones vacíos no es una opción, advierten.
Entre las que están listas para despegar figura JetSmart, que aseguró que comenzará a volar ni bien el Gobierno lo permita y agregó que ya viene implementando en los vuelos especiales un protocolo sanitario, en función de las normas de OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), aprobado por la ANAC. En caso de que el Gobierno y los gobernadores se lo permitan, su plan es volar desde Buenos Aires a Salta, Córdoba, Mendoza, Neuquén y Bariloche cinco veces por semana; a Iguazú, cuatro, y a Tucumán, dos; luego retomaría otras rutas. La aérea ya anunció que retomaría vuelos internacionales desde Chile e informó que operará la ruta Santiago - Buenos Aires ni bien las autoridades argentinas lo permitan.
Flybondi, en tanto, tenía ya previsto durante el reinicio de vuelos operar a un 25% de su capacidad previa a la pandemia, en función de la demanda.
Andes proyectaba comenzar con tres frecuencias semanales en las dos rutas redondas Buenos Aires-Salta-Jujuy y Buenos Aires-Puerto Madryn-Comodoro Rivadavia, pero el plan está sujeto a las condiciones que definan el Gobierno, las provincias y la demanda en el reinicio.
Aerolíneas Argentinas, en tanto, prevé volar en forma regular cuando las autoridades lo permitan, pero aún no definió qué rutas operará.
Los vuelos de cabotaje no podrán realizarse por lo que resta del año desde el Aeroparque Jorge Newbery, cuya pista está siendo refaccionada, por lo que en principio operarían con el aeropuerto de Ezeiza como cabecera.
Por ahora, los únicos vuelos que se efectúan son los denominados especiales, que requieren autorización de autoridades nacionales y no integran la programación habitual de las aerolíneas.