Sólo tres de cada 10 pedidos de importación de autopartes fue otorgado de acuerdo a los plazos establecidos, lo que genera fuerte impacto y sobrecostos en el proceso productivo.
El hecho se relaciona con las trabas en la aprobación de los pedidos de importación realizados a través del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), que en las últimas semanas ha alterado los ánimos en el sector fabricante de autopartes y componentes, e incluso ha generado incertidumbre en las terminales.
Un relevamiento sectorial destaca que apenas el 31% de las empresas dice que el Ministerio de Desarrollo Productivo le aprobó la totalidad de los pedidos de importación informados en la planilla de proyecciones para este año.
Apenas el 31% de las empresas dice que el Ministerio de Desarrollo Productivo le aprobó la totalidad de los pedidos de importación informados en la planilla de proyecciones para este año
En el 26% de los casos las aprobaciones permitieron el ingreso de menos del 50% de los pedidos formulados, y un porcentaje idéntico asegura que le aprobaron entre el 50% y el 75% de las solicitudes.
Los datos surgen de una encuesta interna realizada a socios de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), a la que tuvo acceso El Cronista. La encuesta fue difundida entre más de 500 socios de la cámara, y sin dudas le puso números a lo que cada uno de ellos conoce de primera mano.
El 46% de los consultados sostiene que el monto autorizado para este año le genera una gran dificultad a nivel de producción e incapacidad para abastecer a sus clientes, derivando en "faltantes en la cadena productiva". Para un 33% la dificultad es leve y apenas el 21% asegura no tener problemas con la provisión de partes y piezas importadas.
El 46% de los consultados afirma que el monto autorizado para 2021 le genera dificultad en la producción e incapacidad para abastecer a sus clientes, derivando en "faltantes en la cadena productiva"
El correlato en los costos es evidente. Así, el 52% afirma que tiene "sobrecostos o pérdida de eficiencia y/o productividad", por demoras o falta de aprobación de las SIMI. Apenas 16% de los encuestados respondió que no tuvo costo alguno.
La escasez de dólares para atender las demandas de toda la industria es una constante desde hace más de un año pero se profundizó a partir del último trimestre de 2020, conforme la actividad empezó a levantar, en un contexto de mayor apertura de las restricciones en la pandemia.
Allí empezaron a proliferar las quejas del sector autopartista frente a las demoras o incluso rechazo de las SIMI. Por cierto, no es algo que afecte únicamente a la industria automotriz y autopartista.
La consulta también indagó acerca de gestiones a nivel gubernamental, sin resultados aupiciosos. El 79% dijo no haber tenido audiencias con funcionarios de la Secretaría de Industria y tampoco hubo reuniones en los últimos días de la cámara sectorial con el Gobierno para destrabar el tema.
Llama la atención en este contexto, que un sector como el automotor, que viene reaccionando favorablemente después de muchos meses de fuertes caídas en la producción y las exportaciones, no tenga garantizado los insumos para fabricar.
Incluso, hace una semana la industria automotriz logró que el Gobierno le quitara los derechos de exportación para las exportaciones incrementales respecto de 2020, un objetivo que será difícil de lograr si no se agiliza el ingreso de autopartes importadas.