El Gobierno prevé mantener en 2021 el mismo nivel de subsidios económicos para las tarifas energéticas en relación al Producto Bruto Interno (PBI), pero podría modificar la forma en que adjudica la ayuda estatal.
El secretario de Energía, Darío Martínez, ratificó que a partir de enero se descongelarán las tarifas de los servicios públicos y señaló que el Gobierno alista "herramientas para ir hacia un sistema de subsidios mucho más eficiente".
"Las tarifas están congeladas hasta diciembre. Tenemos herramientas para ir hacia un subsidio mucho mas eficiente. Para realmente lograr subsidiar al que no puede pagar, mas allá de lo que pase con el congelamiento. Estamos trabajando pero va a tener que ver con la recuperación de la economía", dijo en declaraciones radiales.
Se proyecta que los subsidios energéticos de la Administración Nacional en 2021 alcanzarán los $ 623.682 millones (1,7% del PBI), manteniendo el mismo nivel que en 2020, según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación.
Los subsidios a la energía eléctrica se proyectan en $446.579 millones, lo que representa 1,2% del Producto. Dentro de este componente, el monto más importante corresponde a transferencias a CAMMESA ($441.750 millones), que crecerían 3,9% en términos reales con respecto al cierre estimado para 2020.
En cuanto a la composición de los subsidios al gas natural ($170.053 millones), los montos más significativos corresponden a la Oferta del Gas Natural ($71.736 millones), lo que representa un incremento de 5,3% anual, mientras que los subsidios a la Demanda de Gas Natural absorben otros $34.545 millones (+6,6% anual).
Por su parte, en concepto de transferencias a la empresa Integración Energética Argentina S.A (IEASA) se prevén erogaciones por $63.773 millones, ubicándose 8,6% por debajo a la proyección de 2020.
Esos recursos se destinan fundamentalmente a financiar la diferencia entre el precio de venta del gas en el mercado interno y el precio de importación.
Para cubrir la demanda energética en Argentina, IEASA importa gas natural mediante diversas fuentes, destacándose las importaciones desde Bolivia a través de gasoductos y de Gas Natural Licuado (GNL), proveniente desde distintos países y regasificado en el puerto de Escobar.
En promedio, el gas que se adquiere desde el exterior es más caro que el que el local, por lo que mes a mes se genera un resultado negativo en su operatoria que es cubierto mediante transferencias directas, en concepto de subsidios, por parte del Estado Nacional.