Alberto Fernández tiene preparada una teoría de los éxodos en su Gabinete que empezó a aplicar aceleradamente: aquel que necesita dar pelea electoral en su distrito debe irse y su reemplazo será ocupado por la línea política de la que proviene el saliente.
Este esquema de ejercicio de poder es el que ya puso en marcha el Presidente y se cristalizó con la reciente salida del ahora ex ministro de Vivienda, Jorge Ferraresi; la renuncia de Juan Zavaleta en Desarrollo Social y se instrumentará también con Juan Manzur en la jefatura de Gabinete cuando llegue el momento.
Ayer por la tarde y casi de manera imprevista Alberto Fernández tuiteó: "Ferraresi retornará a su querida Avellaneda el próximo 1 de noviembre para retomar la gestión al frente del municipio. Quedará a cargo del ministerio el actual secretario de Vivienda, Santiago Maggiotti, ex intendente de Navarro, comprometido con la gestión del ministerio".
Oficializó así la salida del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat en medio de ese esquema de eyecciones que pidió aplicar el Presidente para sus ministros. Ferraresi vuelve a Avellaneda para dar pelea electoral en el 2023.
Un ministro de extrema confianza de Alberto Fernández expresó a El Cronista que "funcionario que sale, funcionario que es reemplazado por su origen". En la práctica, esta estratagema implicará que no habrá más consultas del Presidente con Cristina Kirchner o Sergio Massa para definir eventuales reemplazantes en el futuro. Se terminó el asambleísmo frentista. Automáticamente se cubrirá la vacante con un hombre de la línea política del saliente.
Los ministros que ya se fueron del Gobierno
Esta dinámica de salidas y reemplazos es lo que ya ocurrió con Claudio Moroni en Trabajo a quien reemplazó la albertista Kelly Olmos; en Desarrollo Social con Victoria Tolosa Paz por Zabaleta y en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad con Ayelén Mazzina en lugar de Elizabeth Gómez Alcorta.
Ahora el mismo esquema se aplicó para el sucesor de Ferraresi. Quedará allí Santiago Maggiotti, actual viceministro e intendente de Navarro con licencia. Se trata de un hombre de Santiago Cafiero y su designación va en línea con la dinámica del último cambio de gabinete.
El esquema marca también la soledad del poder de Alberto Fernández, la necesidad del PJ de reforzar candidaturas para 2023 y las dificultades que encuentra también el Frente de Todos para hallar reemplazantes en un gobierno cada vez más complicado desde la realidad de la economía argentina.
El Presidente pierde funcionarios con peso político, lo reemplazan dirigentes de segundas líneas y el esquema muestra un Frente de Todos cada vez más resquebrajado.
El futuro del gabinete
¿Se prevén más cambios en el armado de gobierno de Alberto Fernández? Nada de esto se contempla aún. Pero en tal caso, regirá la teoría del Presidente vinculada a los objetivos electorales en marcha.
En la Casa Rosada esperan la salida inminente del tucumano Juan Manzur, que dejará la jefatura de Gabinete para dar pelea por la gobernación de Tucumán en 2023 y competir en su propio terreno.
"No va a ser fácil el reemplazo de Manzur", se sinceró ante El Cronista un funcionario albertista al evaluar el eventual reemplazante del tucumano. La realidad se impone: nadie quiere agarrar esa braza caliente y tampoco es cargo para cualquier dirigente. En conclusión, a esta altura el Presidente no sabe quién podrá ser su próximo jefe de Gabiente e impera la desesperación.
¿Seguirá Sergio Massa el mismo camino que Manzur si levanta la economía y el ministro todo terreno decide dar pelea por la presidencia en 2023? Otro interrogante que no encuentra respuestas certeras aún en el gobierno.
No hay muchos más casos a la vista aunque nunca se sabe. El ministro de Obras Públicas y ex intendente de San Martín, Gabriel Katopodis ya dijo que se quedará hasta el final de mandato de Alberto Fernández. Pero con la dinámica volátil de la política argentina nada puede darse por sentado.
El mapa de pelea electoral porteño es otro interrogante. ¿Se irá el ministro de Ciencia y Tecnología Daniel Filmus para pelear en 2023 en la Ciudad de Buenos Aires? Nadie contesta. Vuelven a repiquetear desde la Casa Rosada el mismo esquema que fijó el Presidente: aquel que busque dar pelea electoral tiene las puertas abiertas.