La demanda de campos en la Argentina está en crecimiento. Con la proyección de que se mantengan los precios internacionales, mejore la capacidad local de producir y un mayor uso de la genética moderna; los inmobiliarios rurales aseguran que comenzaron a subir las consultas para comprar y alquilar tierra agrícola y ganadera en el país, incluso con un alza en las operaciones concretas.
Según el último informe de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) "el mercado inmobiliario rural estuvo activo en campos agrícolas, y con una menor demanda para campos mixtos y ganaderos". Los contratos que se concretaron, dicen además, se hicieron a valores 'satisfactorios'.
Según el presidente de CAIR, José María Bauzá, gran parte de los resultados del primer semestre -marcado por la sequía histórica- empiezan a quedar atrás y la mayor actividad que ya se vislumbraba en el semestre pasado, se transformó en operaciones concretadas de venta de campos. "Primero hubo un aumento de consultas, luego mayor cantidad de pedidos concretos de inversores, mayores visitas, pedidos firmes y claros por parte de los inversores, una corta o mediana negociación, y finalmente una operación concretada y finalizada", dijo.
Los inmobiliarios rurales describen el escenario como uno donde hay mayor demanda y poca oferta para campos agrícolas muy buenos, cierto equilibrio para campos mixtos y una mayor oferta para campos ganaderos.
A diferencia de lo que venía sucediendo en el semestre pasado, en la puja de la oferta y la demanda ya no es el vendedor quien terminaba cediendo y cerrando la operación por un valor menor al esperado.
Este cambio de tendencia generan una reactivación en la dinámica de los negocios. Más movimiento, más revisaciones y ofertas que, si bien aún muchas siguen siendo inferiores a las esperadas y las operaciones no se concretan, el vendedor espera cumplir sus expectativas.
Los campos más difíciles de vender
Los campos alejados y marginales o con poca estructura son los más difíciles de vender. "Tendremos que pensar en valores muy ajustados, plazos diferidos de pago y en valor carne, como medida de ajuste ante la inexistencia del peso argentino como moneda", explican en CAIR.
En ese contexto, afirman desde CAIR, hay un piso de valores.
Alquiler de campos
Los alquileres en el primer semestre se concretaron y se mantuvieron firmes medidos en quintales de soja.
La demanda se mantuvo alta, sostenida y firme para campos agrícolas; y cada vez más firme para campos ganaderos en toda zona productiva "al punto de poder aseverar que en esta campaña quedó insatisfecha por segundo año consecutivo", advierten.
Esta situación produjo un aumento en el valor de los alquileres, que si bien en principio se proyectó que encontraría un equilibrio para la presente campaña, no sucedió. Como consecuencia, trajo el incremento en los valores, aunque en menor medida y en torno al 5 o 10 por ciento.
Los inmobiliarios rurales explican también que la dinámica de las locaciones es absolutamente distinta a la compra-venta. "El simple hecho que sea una actividad tomadora de pesos genera que cualquier excedente se vuelque de inmediato a la producción agropecuaria, tanto hacia la agricultura como a la ganadería, actividades que nunca se detuvieron a pesar de tantas vicisitudes", dicen.
La lógica, luego de una sequía histórica, hubiera sido que los alquileres bajen en función de la renta negativa que muchos arrendatarios y productores la sufrieron y quedaron con deudas. Pero cambiaron de arrendatarios y otros inversores ingresaron al mercado, pagando lo mismo o algo más, en función de la buena renta que se espera para este año.
El efecto de la sequía en los campos
Todavía se observan zonas que tienen faltante de humedad importante, napas deprimidas y escasa humedad en el perfil del suelo. Los pequeños y medianos pueblos que viven del campo aún sienten la merma de la actividad.
"Las nuevas zonas extra-pampeanas son las que más sufren las sequias y las crisis, pues son más frágiles y de un riesgo mayor", señalan desde CAIR.
Respecto a la ganadería, con menores expectativas, se mantiene la demanda. Asimismo, China, luego de un periodo de retracción de importaciones, volvió al mercado de la carne, dándole una mayor sustentabilidad al precio de estos productos, mientras el consumo se mantiene con una ligera tendencia a la suba.