"Con sólo alcanzar el promedio regional, las empresas argentinas podrían disponer del equivalente de u$s 70.000 millones en capital para invertir en sus proyectos", se esperanza el diputado nacional por Cambiemos Eduardo Amadeo, presidente de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, que ayer finalmente convirtió en ley a la cajoneada reforma del mercado de capitales, aggiornada ahora como Financiamiento Productivo.
Detalla que nuestro mercado de capitales tiene un tamaño entre el 10% y el 25% del de cualquier país de la región, representa sólo el 3,6% del PBI, mientras el promedio regional de México, Brasil, Perú, Colombia y Chile es del 15,4% del PBI: o sea, más de cuatro veces el de la Argentina, que encima se va achicando cada vez más, al punto que desde 2008 al 2015 perdió 450.000 cuentas comitentes. De hehco, hoy opera el 60% de los inversores que operaban hace siete años, concentrado en la ciudad de Buenos Aires. La deuda emitida por las empresas, en esos mismos países de la región, alcanza el 31,8%: en la Argentina el 5%. "Estos son los números que podemos ayudar a cambiar con la ley, que beneficiará a las pymes que, siendo tan relevantes para nuestra economía, han encontrado permanentemente un techo a sus posibilidades de desarrollo e inversión", comenta Amadeo, y pasa a detallar.
Las mipymes generan el 70% del empleo en el país y el 50% de las ventas, pero no tienen posibilidades de acceder a financiamiento de mediano y largo plazo. Por ello se vieron obligadas a financiarse el 55% con sus propios recursos, el 90% con cheques hasta cien días, con préstamos bancarios de corto plazo, refinanciando sus deudas cada 6 meses, mientras sólo el 4% accede a financiamiento en el mercado de capitales.
Mientras ellas deben cancelar a sus proveedores en plazos de no más de veinte días, quienes hoy les compran les pagan a los premios, sin que cuenten con ninguna herramienta que les de derechos a ejecutar sus facturas. En este sentido, la factura de crédito electrónica mipymes será transmisible y negociable como un título de valor con carácter ejecutivo para su cobro, y en caso de no ser canceladas se constituyen en un título ejecutivo negociable, pudiéndose ceder o descontar en el mercado de capitales.
Además, aparece el pagaré bursátil como nuevo instrumento de financiación a mediano plazo, como así también la creación de fondos de capital emprendedor,fondos de capital privado y fondos de préstamos especializados en pymes. A su vez, la letra hipotecaria permitirá descontar en el mercado de capitales los créditos hipotecarios y fomentara la utilización de los fondos derivados de esa operación para el otorgamiento de mayor cantidad de préstamos hipotecarios y a mayores plazos, montos y menores tasas de interés; que podrán ser ajustables por CER.
Daniel Lipovetzky, diputado nacional PRO y presidente de la Comisión de Legislación General, considera que "es una ley muy importante para mejorar el financiamiento para las Pymes y para seguir ampliando la oferta de créditos hipotecarios que viene creciendo en forma exponencial en nuestro país, ayudando a que más argentinos cumplan el sueño de la vivienda propia".
En cuanto a los fondos comunes de inversión, se eliminan las asimetrías regulatorias entre los fondos comunes de inversión abiertos y cerrados, y se les otorga una mayor aptitud para el financiamiento de la actividad productiva. Para los fondos cerrados se establece la obligación de realizar sus ofertas con prospecto de oferta pública, ganando transparencia como mecanismo de mayor protección a los inversores. Asimismo, se amplía la cartera de inversión de los fondos comunes de inversión cerrados y se les permite la inversión en activos inmobiliarios, agropecuarios, industriales o de cualquier otro sector o actividad tanto para inversores locales como extranjeros y tendrán la capacidad de constituir gravámenes y tomar endeudamiento.
En cuanto a las obligaciones negociables, se agiliza el sistema de notificación a los deudores cedidos en los casos de constitución de garantías prendarias de créditos presentes y futuros.
Otro de los puntos es que se autoriza la emisión de obligaciones negociables en moneda extranjera. Entre las virtudes, se destaca que permitir que el riesgo crediticio sea cubierto por un seguro generará confianza y una mayor propensión al otorgamiento y agrandamiento de la base nacional de primas de seguros. Asimismo, las pólizas de seguros de vida podrán actualizarse por el CER y por otros índices aprobados por la normativa vigente.