Ante la incertidumbre que generó el nuevo esquema de ayuda, el Gobierno nacional determinó este miércoles establecer un mecanismo de compensación para las compañías que soliciten desde septiembre ayuda a través del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), lanzado al inicio de la cuarentena para preservar ingresos y puestos de trabajo en el sector privado formal.
Al término de una nueva reunión del gabinete económico, la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca, anticipó que la quinta ronda del programa (en la jerga, llamado ATP 5) destinada a cubrir los salarios de agosto incorporará una cláusula para incentivar la preservación e incluso la generación de los puestos de trabajo, como ya había anticipado El Cronista.
"La idea es darle el préstamo a la empresa, y cuando esta tenga que devolver las cuotas del crédito, miramos qué sucedió con el empleo: si lo sostuvo o lo incrementó, le vamos convirtiendo parte de la cuota en subsidio", anticipó la funcionaria encargada de monitorear los ministerios con incidencia en la política económica.
Recalibrando la ayuda
El Programa ATP tiene tres grandes vertientes: la reducción o postergación de contribuciones patronales, el subsidio de hasta medio sueldo (con un tope de dos salarios mínimos) por cada trabajador registrado en compañías de sectores críticos y otras actividades cuya variación interanual de facturación sea negativa, y créditos blandos para empresas con ingresos que hayan crecido hasta 30%.
En la anterior ronda del programa estatal, la AFIP había admitido 135.000 empresas en condiciones de recibir la asignación complementaria al salario, reservada para las actividades más afectadas por el coronavirus, y había calificado a otras 75.000 firmas para que solicitaran en sus entidades bancarias préstamos con tasas que varían del 0% al 15%, según la facturación haya crecido de 0 a 10%, de 10,01 a 20%, o de 20,01 a 30% en términos nominales.
El fisco había dado una semana de plazo para solicitar la venia oficial y luego acudir a los bancos por esta línea de financiamiento para cubrir salarios, pero luego extendió el plazo. Los datos que observaron en los despachos oficiales que las empresas no estaban pidiendo los créditos.
Las opciones que se barajaron como explicación al fenómeno fueron que o bien las empresas que voluntariamente se inscribieron y declararon en situación crítica tuvieron una súbita recuperación que les hizo desistir del préstamo, o que el incentivo del crédito no fue lo suficientemente alentador. De allí el interés de salir a comunicar las nuevas cláusulas del programa y acaso evitar que las solicitudes no completadas redunden en despidos.
A comienzos de mes, el ministerio de Trabajo reportó que desde febrero se han perdido 200.000 puestos de trabajo, lo que encendió las alarmas en la administración de Alberto Fernández.
Más sectores podrán pedir subsidios
La mesa económico del Gobierno, que integran el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, su vicejefa Todesca; los titulares de Trabajo, Claudio Moroni; AFIP, Mercedes Marcó del Pont; Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el Banco Central, Miguel Pesce, entre otros, también definió ampliar el universo de sectores críticos que podrán recibir asistencia por parte del Estado hasta diciembre de 2020 a través del salario complementario.
A los ya incorporados sectores del entretenimiento, el turismo y la hotelería, desde septiembre quedarán incorporados al universo de "críticos" el transporte de larga distancia y el transporte escolar, la gastronomía y los jardines maternales.
Todesca aclaró en este punto que "el resultado del análisis nos lleva a considerar una asistencia más prolongada para aquellos sectores que siguen afectados por las medidas de aislamiento y distanciamiento social".
Desde que se lanzó el programa ATP, fueron asistidas 328.000 empresas en al menos una de las rondas del programa, siendo impactados directamente más de 3 millones de asalariados y prácticamente el 60% de las firmas empleadoras.
Hasta el momento, el programa ATP destinó más de $ 121.000 millones, consignó la Jefatura de Gabinete, de los cuales casi $ 49.900 millones corresponden a la primera ronda, $ 40.900 millones a la segunda, $ 30.600 millones a la tercera. La cuarta edición, aún en ejecución, ya volcó $ 27.000 millones.