EZEQUIEL CHABAY
Disimuladamente, en conversaciones informales y gestos llevados a la práctica, el Gobierno reconoce que el dato de inflación de mayo (3,3%), que llevó la evolución de los precios al 21,5% en solo cinco meses, puso en jaque la ya cuestionada pauta de fijar los precios y salarios en torno al 29% para todo el año, como había previsto el ministro Martín Guzmán al enviar el proyecto de Presupuesto 2021 al Congreso. En consecuencia, los funcionarios comienzan a quitar el freno de mano y habilitar negociaciones por encima de lo oficialmente estipulado.
El "sinceramiento" comenzó a evidenciarse el fin de semana, cuando la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca, reconoció que "si la inflación es mayor a la que pensamos, las paritarias se tienen que ir reabriendo". La funcionaria insistió en que este año, según la expectativa oficial, se deben "ir recuperando los ingresos" y ello debe suceder "de la mano de la cantidad de empleo".
La semana pasada, la Casa Rosada dio una señal del camino que pretende transitar de aquí a fin de año al homologar, mediante el Ministerio de Trabajo, una recomposición de los haberes del personal de casas particulares del 42% entre junio del corriente y mayo de 2022. Se trata de un sector que no tiene representación sindical y que, de cierto modo, ejerce el Ejecutivo imprimiendo una actualización que se razona en base a la proyección de lo que deparará en la economía.
De igual modo, la Asociación Bancaria rompió el hielo logrando que la cámara que agrupa a las entidades públicas del sector financiero adelante la cuota de aumento del 6% para julio, y se avenga a reabrir prontamente la negociación según la cláusula que postulaba el diálogo para septiembre y noviembre, de forma de acercarse al 40%.
Más aún, Camioneros logró un reajuste del 45%, y el sindicato de encargados de edificios (Suterh) llevó su actualización casi al mismo valor. Por el lado oficial, los trabajadores de la ANSeS, nucleados en Apops, firmaron una paritaria del 45,5%.
A la vista de las negociaciones reabiertas, este domingo el titular de la CGT y secretario general del gremio de la Sanidad, Héctor Dáer, pidió que las autoridades económicas modifiquen las expectativas de inflación para este año, y renovó, en diálogo con Radio 10, "la expectativa es que este año le ganemos a la inflación".
Con gestos y palabras, la administración del Frente de Todos no pierde de vista la promesa de recuperar el poder adquisitivo de los bolsillos, como un arma con la que enfrentar las elecciones de septiembre. El presidente Alberto Fernández no ha cesado de decir, en público y en privado, que el objetivo del año es que los salarios ganen contra la inflación. Pero la indexación a la que se tiende con la reapertura de paritarias tiende a hacer volar por los aires el manejo de la inflación.