El sector industrial espera la puesta en marcha de las diferentes medidas que el Gobierno tiene previsto lanzar en algunos días más, y que permitirán, según el objetivo oficial, remontar la crisis actual.
Según anticipó el martes pasado el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a El Cronista, los focos estarán puestos en fomentar sobre todo los sectores con mayor capacidad exportadora –generando el ingreso de dólares a la Argentina-, además de lograr que algunas industrias, como la automotriz, reduzcan sus importaciones y así reducir la salida de divisas.
Para lograr esto, se pondrán en marcha una serie de medidas que estarán incluidas dentro del paquete que se anunciará, y que surge también de la serie de conversaciones que el Gobierno -en este caso encabezado por Kulfas- viene manteniendo con los industriales. El objetivo del Gobierno es llevar las compras externas al nivel más bajo posible.
"¿Por qué vamos a importar cabezales de butacas de autos si se pueden producir acá?", apuntó Kulfas a El Cronista.
Atento a que los industriales sostienen que hoy es clave recomponer su capital de trabajo e inversión, una de las medidas sobre las que se trabaja es la implementación de líneas de crédito con tasas bajas y de mayor alcance.
"Hoy las tasas de referencia son muy altas y no ayudan a la idea de recomponer la industria. Sería como querer tapar un agujero con algo que luego se puede volver un problema", explicó un empresario.
Según la propuesta en la que trabaja el Gobierno, desde ya estas líneas estarían disponibles en los bancos oficiales, aunque la idea oficial es que también se sume la mayor cantidad de entidades privadas, de modo de sumar oferta.
En este sentido, también se redoblará la participación del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). Así, se reforzarán programas como el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep), que permite a las empresas acceder a financiamiento-, y el Fondo de Garantías Argentino (Fogar), que otorga garantías para que las compañías accedan a líneas de préstamos.
Además, se pondrían a disposición otras figuras, como el leasing, que facilitan a muchas empresas el accedo a diversos bienes, y se impulsarán instrumentos financieros que hoy el mercado no ofrece.
Parte de todos esos programas estarán apalancados en el desembolso de u$s 500 millones del BID. Otra línea de créditos sobre la que se trabaja toma en cuenta las deudas de las empresas, que pudieron ser generadas previo al aislamiento obligatorio, o que incluso se dieron a partir de abril.
Estos préstamos también serían a tasa baja y con condiciones de repago favorables. Sería complementario a la mega moratoria que ya anunció el Gobierno.
Tal como anticipó Kulfas a El Cronista, la política de reducir las importaciones de las compañías al nivel más bajo posible se comenzará a trabajar fuerte con el sector automotriz, hoy uno de los que más demanda de dólares genera.
Según las fuentes, esta variable también se haría extensiva a otro sectores que también tienen una importante necesidad de importar.
"Frenar la salida de dólares es una de la claves centrales del programa. Sin eso no hay posibilidad de que se pueda salir adelante ni de implementar ninguna política a largo plazo. Se va a impulsar todo lo que sea exportación, para atraer dólares", sostuvo la fuente.
Aquí entra en juego también el campo, sin dudas un sector exportador de mucho peso. "El de la cadena agroalimentaria es un sector que debe tener prioridad. Hoy la Argentina exporta a u$s 400 la tonelada e importa a u$s 1800. Hay un desequilibrio muy grande".